El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la Argentina "defraudó las expectativas de crecimiento" en 2016, por lo cual moderó su pronóstico de una recuperación en el corto plazo.

En su revisión del panorama económico mundial, el organismo multilateral de créditos revisó a la baja sus expectativas de desempeño económico en América latina.

De acuerdo con la nueva previsión, América latina deberá crecer en 2017 un 1,2 por ciento (0,4 punto porcentual por debajo de lo previsto en octubre pasado) y 2,1 por ciento en el próximo año. Este cuadro, señaló el FMI, se explica por "una menor expectativa de recuperación a corto plazo de Argentina y Brasil", países que mostraron en el segundo semestre de 2016 "cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas".

En el caso de Brasil, el FMI prevé que el gigante sudamericano cerrará este año con crecimiento de 0,2 por ciento, una revisión a la baja de 0,3 punto porcentual respecto del anterior informe. El organismo no modificó su expectativa de avance de 1,5 por ciento en el próximo año.

Pero en esa revisión a la baja el FMI consideró también las "vientos en contra más fuertes" que enfrenta México a raíz de la incertidumbre por las políticas económicas a ser adoptadas por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.

Por eso, rebajó en 0,6 punto porcentual su expectativa del desempeño económico de México para este año y el próximo, y ahora espera un crecimiento de 1,7 por ciento en 2017 y de 2 por ciento en 2018.

Aún antes de asumir el poder, Trump inició una frontal ofensiva contra industrias automotrices estadounidenses (o filiales de firmas extranjeras, como Toyota) por hacer inversiones en plantas de ensamblaje en México destinadas al mercado estadounidense.

Según el organismo que conduce Christine Lagarde, la rebaja de la expectativa del desempeño latinoamericano este año también se debe al "deterioro ininterrumpido de la situación en Venezuela", que atraviesa una dura crisis económica.

El Fondo advirtió sobre "una menor expectativa de recuperación a corto plazo" para la Argentina, debido a que se registró un crecimiento menor al esperado durante el segundo semestre del 2016.

El trabajo proyecta un crecimiento del 2,7 por ciento para la economía argentina este año y un 2,8 por ciento para el que viene.

El mundo

El FMI pronosticó una suba de la economía mundial del 3,4 por ciento y del 3,6 por ciento, para 2017 y 2018. Respecto de las políticas que podría desarrollar Trump y su impacto en la economía mundial, el informe señala que "existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales".

El organismo multilateral de crédito prevé "cierto estímulo fiscal a corto plazo y una normalización menos gradual de la política monetaria", lo que significaría un rápido incremento de las políticas proteccionistas y un incremento de las tasas en los Estados Unidos.

En ese sentido, el FMI destaca "un posible vuelco hacia plataformas de políticas aislacionistas y el proteccionismo, un deterioro de las condiciones financieras mundiales más pronunciado de lo esperado que podría interactuar con las debilidades de los balances en partes de la zona del euro y en algunas economías de mercados".

Las proyecciones también hablan de "un afianzamiento de los precios del petróleo", tras el acuerdo al que llegaron los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para limitar la oferta.

El trabajo no descarta tensiones entre los Estados Unidos y China y proyecta un crecimiento del 2,3 por ciento y 2,5 por ciento para el país que presidirá Trump y del 6,5 por ciento y 6 por ciento para la economía del país asiático.

"El estallido de una guerra comercial podría ser muy destructivo", dijo el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld.

Trump amenazó con imponer tasas mayores a las empresas estadounidenses que fabriquen en México y en China y amenaza con sacar a su país del Nafta, el tratado de libre comercio con México y Canadá, si no se renegocia.

Antes de tomar posesión Trump consiguió frenar los planes de expansión en México de empresas estadounidenses. Y llevó a revisar a la baja en estos dos años las perspectivas del FMI para México, un país al que convirtió en enemigo durante la campaña.