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14:31:10 08/12/2016

Promoverán una denuncia judicial contra la empresa que reparó el aeropuerto

Las autoridades del Aeropuerto Internacional Rosario "Islas Malvinas" están auditando las obras realizadas hace menos de seis meses para sellar grietas y fisuras en las calles que utilizan los aviones para llegar a la pista. Las reparaciones se desarrollaron en el mismo sector que, con el crecimiento del tráfico de aeronaves, quedó rápidamente inutilizable.

El pasado miércoles se pusieron en marcha las tareas para refaccionar una de estas arterias, lo que obligó a interrumpir las actividades durante varias horas en al  menos dos días . El presidente del directorio que gerencia la aeroestación, Raúl Garo, advirtió que de constatarse irregularidades en la ejecución de los trabajos anteriores se recurrirá a la Justicia.

El director de Infraestructura de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), Alejandro Alvarez, fue el primero en ligar los problemas que afectan a las calles de rodaje del aeropuerto con "reparaciones que se hicieron mal". El presidente del directorio que gerencia la aeroestación reconoció que se inició una auditoría sobre las últimas obras de mantenimiento de las calles de rodaje.

"Estamos iniciando una investigación técnica y legal a los fines de entender cuál es el alcance de los defectos que se produjeron y que ya empezamos a reparar", sostuvo y advirtió que en forma paralela se lleva adelante un sumario interno para "deslindar responsabilidades del personal técnico encargado de fiscalizar los trabajos".

Las tareas de mantenimiento de las calles de rodaje se realizaron entre julio y agosto pasados. La tarea tuvo un costo de dos millones y medio de pesos solventado por el presupuesto del aeropuerto. "Los trabajos se encargaron a través de una licitación de la cual participaron muchas empresas", aclaró el presidente del directorio de la aeroestación.

Después de ese proceso se decidió la adjudicación de las obras a Milisenda, una firma de construcciones viales de la ciudad. El contrato consistió en la demolición de lozas y el sellado de grietas y fisuras de la superficie de las calles de rodaje, los mismos sectores que desde hace semanas se encuentran inutilizables y donde actualmente se desarrollan las tareas de reparación.

"A mediados de año encargamos las obras que, en definitiva, parecen ser la causa de las penurias que estamos atravesando. Las tareas se encargaron a tiempo (previendo el aumento del tráfico aéreo de la temporada de verano) e incluyeron la reparación de grietas y fisuras en la calle de rodaje Bravo. Meses después, empezamos a notar problemas con la mezcla asfáltica que colocaron y advertimos que el material nuevo se desprendía", apuntó Garo.

Por esta situación, un avión debió abortar el despegue porque se le adhirió asfalto en el tren de aterrizaje.

El presidente del directorio del aeropuerto de Fisherton no descartó que el tema pueda terminar en la Justicia. "Si las auditorías técnicas indican que tenemos razón, que las cosas se hicieron mal, vamos a actuar legalmente", advirtió. Igualmente, destacó que el contrato aún está abierto, es decir no se dieron por concluida las obras, y que los trabajos están en garantía.

De todas formas, para evitar problemas mayores para la operatividad del aeropuerto, se pusieron en marcha las tareas para la reparación de la calle de rodaje Bravo. La tarea fue adjudicada a Obring que este miércoles puso en la pista máquinas y empleados.

Según explicó el gerente de la firma, Franco Gagliardo, "la tarea consiste en la limpieza y el retiro de material evidentemente deteriorado y la colocación de nuevo material asfáltico modificado con polímeros que responde a las normas de calidad y durabilidad recomendadas".

Los operarios estarán trabajando hasta el viernes, lo que obligó a cancelar tres vuelos el miércoles y otros cuatro entre jueves y viernes. Con eso se terminará de reparar la calle de rodaje, después se realizarán tareas en otros sectores que podrán completarse en horarios nocturnos o en las ventanas entre vuelos.

Al momento de presupuestar los trabajos, los profesionales de Obring encontraron "problemas con el material de las juntas, estaba despegado y salido. En las juntas propias del pavimento de hormigón había muy poco material y estaba como corrido, como desplazado e incluso en algunos lugares se había retirado totalmente", describió Gagliardo.

De acuerdo a ese diagnóstico, los técnicos concluyeron que "el trabajo anterior no estaba realizado de acuerdo a las normas".

Fuente: La Capital