El Frente Progresista quedó al borde de la fractura en el Concejo. El interbloque oficialista de ocho ediles no logró ponerse de acuerdo ayer respecto al candidato que promoverán para presidir el Palacio Vasallo y dejó al descubierto una fuerte interna en el socialismo. Miguel Zamarini dio señales de que intentará ser reelecto en el cargo, mientras que la intendenta Mónica Fein hizo saber que su nombre para manejar el cuerpo era Miguel Cappiello. Zamarini logró el apoyo del radical Martín Rosúa y el demoprogresista Aldo Poy. Cappiello del resto de la bancada. Las negociaciones pasaron anoche a cuarto intermedio hasta hoy. Mañana, el tema se debatirá en el recinto con todos los bloques.

   En pleno sábado de diciembre, los ocho ediles del interbloque oficialista de la ciudad tuvieron una cumbre política en el propio Concejo. Zamarini, Cappiello, los socialistas Manuel Sciutto y Viviana Foresi, los radicales Daniela León y Rosúa, Carlos Comi (Coalición Cívica) y Poy discutieron durante tres horas sobre el perfil que debía tener la presidencia del cuerpo en 2014.

   Además de jugarse los cargos para el año próximo, la elección está atravesada por la necesidad de garantizarle gobernabilidad al Ejecutivo. Ese escenario no se dio la semana pasada cuando el oficialismo no logró los votos para aprobar dos iniciativas clave de Fein: el aumento del boleto y el presupuesto 2014.

   El debate de fondo respecto al perfil de la presidencia pasa por la definición de la política de alianzas: mientras Zamarini priorizó los acercamientos con el PJ y no siempre consiguió los votos en el recinto, el sector más cercano al Palacio de los Leones ve en el PRO una fuerza, si bien ideológicamente en las antípodas del socialismo, más previsible a la hora de negociar acuerdos.

   La reunión comenzó pasadas las 17. El clima no fue el más distendido. Se repasaron los logros y las derrotas políticas de los últimos dos años y el escenario que se abre desde el martes: un interbloque oficialista de sólo 8 concejales sobre 24, lo que obligará a una permanente búsqueda de consenso.

   El Frente reclamará mañana mantener la presidencia. Y dentro del espacio, el socialismo ya adelantó que pretende ese lugar por tener más representantes y para estar en sintonía con la Municipalidad.
  Oficialmente, sólo Zamarini confirmó sus aspiraciones para seguir al mando del Concejo por noveno año consecutivo. Se trata de casi el único espacio de poder que el sector referenciado en el senador nacional Rubén Giustiniani logró conservar en el municipio.

   Por lo bajo, el binnerismo dio señales de que promoverá para el cargo al ex ministro de Salud provincial. Pero Cappiello no lo confirmó abiertamente.

   “No quiero confrontar con Cappiello, si hay dos candidaturas en el espacio se resolverá de manera democrática. Yo defiendo un modo de gestión que ha priorizado en todos estos años el diálogo y la búsqueda de consensos”, dijo Zamarini a La Capital tras ratificar que no declinaba su candidatura.

   Dentro del Frente, a Zamarini lo apoyan Rosúa y Poy. A Cappiello, o el candidato que formalice el binnerismo, los otros cinco. Pero Zamarini tiene el aval del PJ, el PPS y los tres radicales que lidera Jorge Boasso. Mientras que al ex funcionario provincial lo acompaña el PRO.

   De no haber fumata blanca y llevarse a votación dos candidaturas socialistas para la presidencia, Zamarini tendría 13 votos contra los 11 que hasta ahora recoge Cappiello.

   “Pero en realidad si Zamarini insiste con su candidatura se rompería el Frente y la interna socialista resurgiría con más fuerza que hace dos años”, cuando Hermes Binner impulsó a Antonio Bonfatti como gobernador y lo enfrentó a Giustiniani.

Ante la falta de acuerdo, ayer sonó otro posible nombre, el de Comi, para acercar posiciones.

Fuente: La Capital