El gobierno de Santa Fe comenzó a aclarar el panorama respecto de la concesión de la autopista Rosario - Santa Fe. Por un lado, estimó que para fines de agosto finalizará el vínculo con Arssa por incumplimiento de las inversiones pactadas, y, por otro, confirmó que comenzará con el nuevo esquema. En ese nuevo modelo, se encargará de invertir en las obras viales, y la concesionaria que quede a cargo se limitará a las cuestiones administrativas.

“La empresa ya fue notificada oficialmente acerca de la quita de la concesión. Por eso buscamos llegar a un mutuo acuerdo para terminar el vínculo a fines de agosto o principios de septiembre, y de esa manera poder tomar la estructura de la autopista y empezar a hacer las obras a partir del presupuesto provincial”, afirmó el ministro de Infraestructura y Transporte, José León Garibay.

Según el ministro, a partir de esa fecha comenzará a regir el proceso de una nueva concesión, donde a diferencia del actual, el privado se reducirá a realizar la administración del peaje, de la seguridad, y del mantenimiento preventivo. “La inversión más fuerte la va a hacer la Provincia con los recursos que va a administrar del peaje”, explicó el titular de la cartera. Mientras se lleve a cabo el proceso de cambio de esquema, Arssa continuará trabajando.  

La Provincia encargó a la Universidad del Litoral un estudio para identificar la situación técnica, administrativa y jurídica que les permita dar los fundamentos de la finalización adelantada al contrato de concesión de la autopista. Según trascendió, Arssa, constituida por firmas de renombre de la construcción, habría hecho lo mismo a través de la Universidad de Rosario.

Incumplimientos

“En el tema de brindar seguridad, la empresa lo hizo adecuadamente. En la repavimentación hizo un tercio de lo previsto e insumió más inversión, debido a que las condiciones que se encontraban en la base de asfalto hizo tirar una carpeta entera, acarreando más costos. “Queremos identificar si eso era previsible, y si había responsabilidad y culpa de la concesionaria en no haber tenido en cuenta eso”, apuntó Garibay.

Según trascendió, Arssa interpondría como fundamento del incumplimiento una deuda de la Provincia, la cual reconoció el ministro pero dijo que no es el punto de inflexión para que incumplan el contrato.

“Nunca planteó que la inversión no se hacía por la deuda. Sí, reclama que no fueron oportunamente reconocidos los aumentos del peaje, y el aumento que debían cobrar por el mantenimiento de la autopista. Hay culpas y atrasos compartidos, por eso estamos evaluando cada una de las partes”, finalizó.