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19:16:08 07/03/2016

El gobierno provincial derogó por decreto el esquema de nodos policiales

El gobierno provincial anunció el cese de las direcciones policiales distribuidas en forma territorial en cinco regiones o “nodos” que había establecido en 2014 el ex gobernador Antonio Bonfatti. Mediante un decreto, dispuso el retorno de la conducción operativa de la policía a través de las antiguas 19 unidades regionales, con jurisdicción en cada uno de los departamentos de la provincia.   El gobernador Miguel Lifschitz y el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, firmaron el 29 de febrero el decreto por el que se derogan las cinco direcciones generales policiales de los nodos Reconquista, Rafaela, Santa Fe, Venado Tuerto y Rosario. Ese esquema había sido dispuesto mediante otro decreto, el 4.732 firmado por Bonfatti en 2014, el cual establecía que el control y el mando de la fuerza quedaban bajo la órbita de la secretaría de Seguridad Pública, a través de la conducción del jefe de la policía de Santa Fe.    La norma ahora derogada definía que los oficiales a cargo de las diferentes dependencias regionales debían “cumplir las políticas y lineamientos estratégicos definidos por el Ministerio de Seguridad, a través de la Secretaría de Seguridad Pública”.   Sin embargo, poco después de ser electo, el gobernador Lifschitz ya había detallado los nuevos lineamientos de las políticas públicas de seguridad que planea llevar adelante. Cuando asumió el 10 de diciembre pasado, el primer mandatario señaló que convocaría a la junta provincial de seguridad, lo cual implicaba reunir, según dijo, “a los tres poderes del Estado para discutir y definir una política unificada y coordinada” en torno a la violencia y la inseguridad. También había adelantado que el jefe de la policía santafesina debería tener el aval de la Legislatura de la provincia.  Objetivos. En los fundamentos del nuevo decreto se menciona que “resulta imperioso fortalecer la conducción y la coordinación operativa” de la Policía de Acción Táctica, la Policía Comunitaria, la Policía de Seguridad Vial y de las unidades de la Policía de Seguridad que dependen de cada jefatura. Y aclara que esa conducción se hará “en particular en cada una de las Unidades Regionales”.    Es que el regreso a la conducción de la policía a través de las verticalizadas regionales implica otra visión sobre cómo se debe manejar a la fuerza desde el poder político: de una manera menos burocrática y que busca limitar la autonomía policial.   Otro párrafo de la norma firmada por Lifschitz y Pullaro sostiene que el cambio se enmarca en la decisión del gobierno provincial de “profundizar la implementación de las políticas y medidas estratégicas” en el marco de una reforma policial “sostenible”. También se explica que una de las metas consiste “en brindar una respuesta integral a las demandas continuas en materia de prevención del delito para lograr una mejor provisión del servicio de seguridad pública”. Marcha atrás. El esquema ahora derogado se asentaban en la idea de generar una estructura más centralizada, que dejara atrás la fragmentación de la policía en diversas unidades autónomas. Aspiraba a facilitar su control y evitar núcleos cerrados de corrupción.   El modelo se basaba en tres grandes núcleos: dejar atrás la ley de Personal Policial aprobada en 2006, que según esa interpretación descalabró el sistema de jerarquías, apostar a la formación y dotar de fuerza a los jefes de las seccionales barriales. Sin embargo, el renovado organigrama duró poco.   El texto que lo derogó sostiene que “la medida es adoptada en el marco de las atribuciones que se confieren al Poder Ejecutivo”, también amparado en la Ley de Emergencia en Seguridad Pública. Y aclara que Asuntos Jurídicos de la cartera de Seguridad interviene en el tema.    Respecto del rediseño a implementar en el área, el decreto aclara que el mismo Ministerio “dispondrá la forma de realizar la reorganización de los recursos logísticos y humanos actualmente afectados” por la reforma.

“Menos burocracia y más policías en la calle”

Con relación al decreto que reformula el esquema policial y establece la conducción operativa de la fuerza a través de las unidades regionales, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, sostuvo que la nueva norma busca “eliminar la estructura burocrática de la policía con la intención de que los hombres y mujeres de la institución estén en la calle trabajando en la prevención del delito”.   El funcionario provincial señaló que los “cambios y transformaciones” se enmarcan en la emergencia en seguridad. “La gente demanda más policías en la calle y lo estamos haciendo a través de una policía de proximidad”, indicó Pullaro. “Estamos mirando el rol de las diferentes direcciones policiales para sacar más policías a la calle”, agregó sobre cambios que se avecinan en el área.