El Papa Francisco mantuvo un encuentro con familias mexicanas en Tuxla Gutiérrez, ante la atenta mirada de miles de personas convocadas en el estadio Víctor Manuel Reina. El Sumo Pontífice escuchó algunos relatos de diferentes familias y luego pronunció un encendido discurso para fomentar la vida familiar.

"Hay que seguir apostando a la familia. Una vida con sabor a hogar y familia", apuntó Francisco, en medio de una constante ovación de los miles de fieles que se acercaron a escucharlo.

Durante su intervención con las familias mexicanas, el Papa abrazó a niños que se le acercaron, mientras que uno de los momentos más emotivos se dio cuando se tomó unos minutos para ir a la grada a darle la bendición a un chico en silla de ruedas.

El Sumo Pontífice resaltó el valor de Dios en la familia: "El Padre Dios siempre le ha echado ganas a nuestra vida porque no sabe hacer otra cosa que echarnos ganas".

"Prefiero una familia con rostro cansado, a familias con rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión", expresó el papa latinoamericano, en referencia a las parejas que privilegian "el lujo y el confort".

"Prefiero un hombre y una mujer con el rostro arrugado por las luchas de todos los días", agregó.

Francisco, además, reconoció que es bueno que las familias discutan, pero aconsejó que el día termine en paz. "En la familia hay que tener paciencia, amor, hay que saber perdonarse", puntualizó.

Para terminar, pidió a los casados renovar en silencio "sus compromisos matrimoniales".