Joaquín tiene cuatro años y debe ingresar a la escuela pero la Gurruchaga, establecimiento que le corresponde por radio y donde fue inscripto en tiempo y forma, no lo acepta debido a que padece un retraso madurativo. Así lo denunció su madre, Patricia Miño, en diálogo con LT 3.

Según relató Patricia, "cuando lo anotamos en diciembre nos pusieron un montón de trabas. A partir de esa situación tuvimos que ir al Ministerio de Educación y recién después de eso nos dejaron inscribirlo. Y ahora, que faltan unos días para el inicio de las clases llaman a los docentes preguntando por qué lo anotamos ahí. Dicen que no va a ingresar hasta que llegue el informe de la escuela especial, que está demorada en la entrega de los mismos. Se agarran de eso".

Y agregó: "Me dicen que mi hijo no tiene las capacidades para ir a esa escuela y nunca lo vieron".

Joaquín tiene un retraso madurativo y dificultad visual debido a que sufrió una meningitis a los 15 días de nacer. "Nació sietemesino. Nació bien, respondió bien. Pero después se agarró un virus hospitalario en la neo de Ipam. Primero me dijeron que no era nada, que eran ideas mías por ser madre primeriza, pero a los quince días hizo una cianosis bucal y a los seis meses empezó a hacer convulsiones. Ahí fue cuando le diagnosticaron el retraso madurativo".

Patricia también contó que no es el primer establecimiento educativo que lo rechaza. "Desde julio del año pasado que lo quiero anotar en la escuela. En las escuelas privadas ECA, Los Angeles y San Jorge me aceptaron los papeles de inscripción y después me avisaron que no había lugar", contó.

Indignada, la madre de Joaquín asegura que en los colegios "ven a los chicos especiales como bichos raros".