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21:15:10 05/02/2016

Siete de los 15 policías presos fueron imputados por un crimen encubierto

Los 15 policías detenidos en el marco de una causa iniciada en septiembre de 2014, cuando un muchacho de 26 años fue asesinado a tiros tras una oscura persecución de la que participaron varios patrulleros del Comando Radioeléctrico, fueron imputados por diferentes delitos cometidos durante su intervención en el violento incidente. A siete de los uniformados les atribuyeron el homicidio del joven fallecido.

En una extensa audiencia imputativa presidida por la jueza Mónica Lamperti, los agentes Gabriel Sguazzini, Omar Martín Jáuregui, Gerardo Javier Amarilla, Alfredo Correa, Matías Maidana, Walter Javier Maidana y Alejandro Fabián Gómez fueron acusados por el fiscal Miguel Moreno de homicidio doblemente calificado por la participación premeditada de dos o más personas, agravado por ser integrantes de las fuerzas policiales, robo calamitoso agravado por su condición de policías, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público.

A su vez el comisario principal Fabián Díaz (quien era jefe del Comando Radioléctrico cuando ocurrió el hecho) y el oficial Norberto Fabián Dilda (actualmente en disponibilidad y procesado por cohecho pasivo en una causa colateral a la que investiga a la banda de Los Monos) fueron imputados de robo calamitoso agravado por su condición de policías, incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsedad ideológica de instrumento público, encubrimiento agravado y abuso de autoridad.

En tanto, los efectivos Eva Carolina Monzón, Diego Gabriel Franco, Jonathan Javier Sánchez, Leonardo Malisani, Víctor Velez y Ayelén Bustamante fueron acusados de robo calamitoso agravado por su condición de integrantes de las fuerzas policiales, falsedad ideológica de instrumento público, incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado por la gravedad del delito y por su condicion de policías.

El crimen. La madrugada del 8 de septiembre de 2014 Leonel Iván Mafud, de 26 años, conducía un Fiat Marea bordó por Ovidio Lagos y Circunvalación. Según dijeron fuentes policiales en aquel momento, iba con dos hombres y no acató la voz de alto que le dieron dos efectivos del Comando Radioeléctrico para identificarlos a raíz de que no tenía la patente trasera. Comenzó así lo que la policía y el fiscal presentaron entonces como "una cinematográfica persecución de 50 kilómetros con tiroteos entre la policía y los ocupantes del auto" que se extendió por la ruta 18 y la A-012 hasta Roldán.

Luego de atravesar el cruce de las rutas A-012 y 9 "el conductor del Fiat continuó la marcha hasta que en el kilómetro 47, frente a la empresa Danes, perdió el control del vehículo y derrapó en la banquina incrustándose en un zanjón. Allí dos ocupantes del auto se bajaron corriendo y cubrieron la huida a los tiros. Desde adentro del auto el tercer ocupante disparó y los policías repelieron la agresión" matándolo.

Ayer, el fiscal Moreno sostuvo que los policías acusados del homicidio de Mafud dispararon 19 balazos con pistolas calibre 9 milímetros pero que no hubo tiros desde adentro del vehículo. "Durante la persecución Sguazzini y Gómez le tiraron al auto y balearon a Mafud. A raíz de las heridas que sufrió perdió el control del auto y terminó encajado en un zanjón", explicó. Moreno sostuvo que los policías acusados "no dieron cuenta en ese momento de lo ocurrido al fiscal y a las autoridades de la comisaría 6ª de Roldán, con jurisdicción en la zona del episodio". También los acusó de "haberse apoderado de una silla de bebé que estaba en el auto y de 3 mil pesos que había en la guantera".

El fiscal también les atribuyó a los imputados las "falsedades" escritas en el acta de procedimiento policial. Y al respecto detalló que no se comprobó nada de ésto: "Desde el Fiat Marea se efectuaron disparos. Desde el lado derecho se bajaron los otros dos ocupantes del auto, abrieron fuego y escaparon. Luego el conductor del auto también disparó". La otra falsedad es que los policías "hayan realizado un rastrillaje para buscar a los prófugos que no localizaron". Y les atribuyó a los demás policías involucrados el robo de la silla, el dinero y haber dibujado el acta policial.

Moreno detalló las evidencias recogidas para imputar a los uniformados. Entre ellas señaló un registro fílmico en el que se observa que no hay "movimientos de personas extrañas" por la zona después del hecho, es decir que nadie bajó y huyó del auto de Mafud tras el crimen.

Los descargos. En el marco de la audiencia, seis de los policías imputados brindaron su restimonio, pero el resto se abstuvo de declarar. Jáuregui conducía el móvil 4499 del Comando Radioeléctrico y lo acompañaba Monzón cuando el 8 de septiembre de 2014 distinguieron el paso del Fiat Marea. "Estábamos por Ovidio Lagos en dirección norte-sur y recibimos la comunicación del 911. Fuimos por una calle paralela a Uriburu y vimos al Fiat con vidrios polarizados. Le hicimos señales de luces porque no tenía la patente trasera".

Según declaró Jáuregui, el vehículo no se detuvo y emprendió el escape. "Agarró Uriburu hacia el oeste, continuó por Avellaneda al sur y cuando llegó a Circunvalación y Avellaneda efectuó detonaciones. Retrocedió por Avellaneda hacia el sur. Continuó por Batlle y Ordónez a alta velocidad. Siguió por Lagos al sur y nuevamente efectuó detonaciones. Entró al barrio Tío Rolo y continuó hacia el sur. Luego salió a la ruta A-012 en dirección al oeste. Nosotros lo perseguíamos desde una larga distancia porque el móvil era viejo. Cuando llegamos a unos 150 metros del lugar del hecho el móvil se fundió. Nos bajamos y fuimos caminando" al sitio donde fue Mafud murió.

—¿Durante la persecución usted disparó?, preguntó el fiscal Adrián Spelta.

—Repelí los disparos cuando empezó a tirar en Avellaneda, cuando retomó Lagos y en el barrio Tío Rolo, respondió Jáuregui.

El policía afirmó que disparó "mientras manejaba y modulaba la frecuencia radial". Y aclaró que su compañero "Monzón no disparó porque tenía miedo".

La audiencia tendrá continuidad hoy cuando la jueza penal Mónica Lamperti informe su decisión sobre el dictado o no de la prisión preventiva a los imputados.

Relatos coincidentes sobre un “enfrentamiento”

Gerardo Javier Amarilla, uno de los policías acusados del homicidio de Leonel Mafud, admitió que abrió fuego cuando estuvo frente al Fiat Marea incrustado en el zanjón de la ruta A-012. “Me acerqué por el frente del auto. Cuando se abrió la puerta efectuaron varias detonaciones. Yo disparé un tiro y los demás policías varios tiros”, declaró.
  Amarilla también participó de la persecución con el móvil 5100 del Comando. “Estábamos con (Jhonatan) Sánchez en Avellaneda y 27 de Febrero cuando nos enteramos de la persecución del auto. Escuchamos detonaciones mientras escapaba por Lagos al sur. Mientras íbamos por la ruta A-012 se rompió un móvil y otro perdió el control. Cuando llegamos al lugar ya había unidades de la Policía de Seguridad Vial y del Comando”, comentó.
  El uniformado también contó que cuando se acercó al Fiat Marea vio que el herido (Mafud) “tenía un revólver en la mano derecha, pero nosotros perseguimos a los dos sujetos que se bajaron a los tiros. Corrieron (los prófugos) a un descampado detrás de un galpón”, pero dijo que no los encontraron. Amarilla dijo que a unos ocho metros adelante del auto encontró una pistola Bersa calibre 22 y que realizó una requisa del auto y “se encontraron bolsitas con cocaína o marihuana”. Al respecto, en junio de 2015 familiares de Mafud que fueron a ver el estado en que quedó el auto estacionado en el patio de Jefatura hallaron que dentro del mismo había más de 1,5 kilo de droga fraccionada y por eso se abrió una causa en la Justicia federal.
  A su turno, Eva Monzón casi no se refirió al violento suceso pero se quejó por el “maltrato” que recibió de los fiscales que investigaron el caso. “El 19 de septiembre de 2014 fui citada por (Miguel) Moreno. Estuve cuatro horas con la presencia de los fiscales Spelta, Pinto y Bianchini. Me dijeron que no iba a ver más a mis hijos y mi familia. Que era una pésima policía y que estuve de florero en el móvil”.