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20:50:10 17/11/2013

Preocupación en dirigentes ruralistas rosarinos por la presión fiscal sobre el sector

La dirigencia del campo se  quejó esta semana por la presión fiscal que se cierne sobre el  sector en Entre Ríos, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires. Se trata de un tema dominante en un sistema agropecuario  jaqueado por los altos costos y un precio de la soja que no sube  desde hace por lo menos un año.

Así la Sociedad Rural de Rosario (SRR) en un duro comunicado  rechazó un nuevo aumento tributario y destacó que ve con  preocupación el posible aumento del Impuesto Inmobiliario Rural  para el período 2014, a pesar de la promesa expresa en contrario  de altas autoridades provinciales.

Ese tributo ya se había incrementado fuertemente en el período 2013 y ahora los productores no parecen tener resto para asumir una nueva suba impositiva: los valores de la hacienda en pie siguen iguales que en 2010, sostuvieron.

En este sentido destacaron que el sector agrícola ganadero  regional atraviesa por un profundo deterioro del negocio, producto entre otros, de la sequía que “se presentó este invierno y primavera, donde las expectativas de rendimiento para los cultivos de esta época son muy magras”.

Para los rosarinos “completan el desequilibrio económico el aumento general de costos operativos y la asfixiante presión  impositiva total, todo lo que pone en riesgo la capacidad  productiva del sector”. En la provincia de Entre Ríos también se escucharon quejas, fue cuando se reunió la Mesa de Enlace de entidades agropecuarios y coincidieron en que se debe bajar la presión fiscal.

Ocurre que días atrás la Legislatura de Entre Ríos votó una  nueva modificación de la Ley Impositiva Provincial, pero en la  oportunidad no fue tratado el pedido de las entidades del sector  de modificar la tabla de alícuotas y tramos, que determinan el  Impuesto Inmobiliario Rural, se quejaron los dirigentes. Consideraron que se mantiene un esquema que “ha distorsionado  los parámetros históricos”, al haber establecido una “cuota fija  arbitraria, haciendo imposible de afrontar el pago del tributo”.

La Mesa de Enlace se sumó al diagnóstico que sobrevuela en la  mayoría de las regiones agrícolas, al decir que todas las  actividades representativas de la producción agropecuaria  entrerriana soportan una perdida palpable de rentabilidad, muchos  productores están endeudados, y para encarar la actual campaña de  cosecha gruesa, “deberán endeudarse más”.

Los entrerrianos reclamaron una “urgente” disminución de los  impuestos y tratar una reforma impositiva integral. Mientras que en una numerosa reunión de presidentes de  Asociaciones y Sociedades Rurales de la confederación que agrupa  a 114 en la provincia de Buenos Aires y en la Pampa, Carbap, en la ciudad de La Plata se analizó impacto de Ley fiscal 2014. 

Durante tres horas, los presidentes y delegados de 71  Asociaciones estuvieron reunidos, en la sede de la Cámara de  Comercio e Industria de La Plata y deliberaron sobre el impacto  impositivo que la ley bonaerense en cada distrito de la provincia  bonaerense.

Destacaron que “el impuesto complementario” se mantiene vigente pese a las promesas oficiales de corregirlo. “Asimismo entendemos que las comunidades del interior  bonaerense no pueden soportar más carga tributaria, sobre todo las economías del sur, muy castigadas con medidas del gobierno  nacional que han ocasionado un alto impacto negativo, por caso con el trigo”, dijo el presidente de Carbap, Horacio Salaverri.

En la semana, se escucharon algunas voces sobre la situación  agropecuaria en la Argentina como la del consultor y productor de  ganado, Fernando Canosa quien advirtió que desde 2008  desaparecieron 30 mil ganaderos. Respecto de la producción de carnes en el país, expresó que  “está complicada; hay costos crecientes, una inflación de 25 a  30%, y llevamos tres años en donde se movió el precio al  consumidor y no al productor. Se deterioraron los márgenes en  forma importante”.

El otro ámbito que se ve en problemas es la producción de  cítricos en la mesopotamia que cayó el 60 por ciento según Dante  Grigolatto, presidente de Fecier (Federación del Citrus de Entre  Ríos). En 2012 las brutales heladas destruyeron plantas cuya  reposición tardará cinco años en dar frutos y este año la  producción se ve severamente resentida, con niveles muy bajos de  producción. “Hay algunos casos en donde se mejoraron los precios, pero hay  productores que en esta campaña han tenido muy poca fruta para  vender, lo que genera un problema serio para poder seguir  invirtiendo en la quinta y poder recuperarla”, señaló a las  periodistas Susana Merlo y Patricia Van Ploeg.

Mientras tanto los trigueros tampoco esperan una gran  producción, estimación que el Departamento de Agricultura de los  Estados Unidos bajó a 11 millones de toneladas y que para la Bolsa de Cereales porteña no llegará a esa cifra. El campo tiene problemas, es indudable, pero también futuro  como afirmó recientemente el vicepresidente para Asuntos Públicos  Mundiales de la estadounidense John Deere & Company, Charles  Stamp, quien aseguró que la Argentina “ofrece enormes potenciales  para el sector agrícola, a corto y largo plazo”.

Fuente: N.A. - La Capital