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22:15:37 23/08/2015

La autopsia a Gerardo Escobar pone en duda que haya muerto ahogado

A las cuatro de la tarde del sábado el cortejo fúnebre que llevaba los restos de Gerardo Ezequiel Escobar salió de una cochería de zona sur hacia su morada final. Lo acompañaban familiares y amigos, los mismos que durante una semana guardaron la esperanza de hallarlo con vida y movieron cielo y tierra para que así fuera. No pudieron, y entonces todo era lágrimas e incertidumbre. La hora de buscar respuestas a una muerte misteriosa había comenzado el viernes, también a las cuatro de la tarde, cuando su cadáver apareció flotando en el río Paraná, en el muelle de la zona franca de Bolivia, frente al parque Urquiza. Una máxima forense es que los cadáveres hablan en las autopsias y el cuerpo de Gerardo tiene mucho que decir.

El joven de 23 años fue visto públicamente por última vez el viernes 14 de agosto a las 5.45 al salir del bar "La Tienda", de Tucumán al 1100. Las cámaras del after registraron que caminaba con otros jóvenes hacia el lado del río, que se generó una corrida y que luego se perdió de vista. También muestra que un patovica sale hacia ese mismo sitio y que una mujer mira entre sorprendida y horrorizada lo que pasa y nadie ve.

La familia Escobar denunció la desaparición ese mismo viernes y se activaron los protocólos de búsqueda. La Policía de Investigaciones (PDI) rastrilló los alrededores del boliche e hizo allanamientos, secuestró seis celulares y hasta dio con amigos de Gerardo a los que la familia desconocía por completo.

Aparecieron varias pistas. Un colectivero dijo haberlo llevado hasta Paraguay y 27 de Febrero; el celular de Gerardo se activó en la zona sur a poco de salir del boliche pero el aparato fue hallado en el bolsillo del pantalón del muchacho muerto; y así otras hipótesis que a esta hora parecen erróneas. Por eso la pregunta es qué pasó entre las 5.45 de aquel viernes y el momento de su muerte.

El primer examen. La autopsia al cuerpo de Gerardo se extendió entre las 19.50 y las 23.30 del viernes. Durante la pericia el cuerpo se empezó a degradar y eso, dijeron, fue debido a que luego de permanecer al menos siete días en agua fría su contacto con el exterior aceleró los procesos orgánicos.

Según el médico legista Víctor Moglia, quien participó de la autopsia en nombre de la Defensoría Provincial, el examen no es concluyente. La calificó como una "autopsia blanca", término usado para el estudio inicial, el que sirve para la extracción de órganos y tegumentos que son derivados a laboratorio para los análisis anatomopatológicos más profundos, incluso el que permitirá saber el tiempo aproximado en que el cuerpo estuvo en el agua.

Del estudio forense surgieron datos muy puntuales, dijo Moglia. "Se halló un gran hematoma e inflamación en la zona genital. Pero no hay claros signos de muerte por sumersión. Tampoco se encontraron lesiones mortales. Pero sí tenía un golpe, como si fuera un codazo en el abdomen, a la derecha del ombligo".

El forense contó que no había fracturas de ningún tipo, ni cortes o balazos. Tampoco marcas de sogas o ataduras. No hubo estallido de órganos y no se encontraron marcas como si hubiera sido hamacado entre varios para arrojarlo al río. Además, en los pies y en el torso tenía huellas de barro arcilloso, lo que quiere decir que el cuerpo tocó fondo.

Y relató que Gerardo tenía dos tatuajes: una gran imagen de San Expedito en la espalda y un pez chino de la abundancia y la fidelidad en su pierna izquierda.

Según Moglia "falta mucho por analizar. Algunos órganos, como los testículos y los pulmones fueron enviados a laboratorio para análisis más exhaustivos". En ese sentido el médico no descartó que pueda usarse además la autopsia psicológica en el entorno de la víctima.

Sin lesiones. Después de que Moglia afirmara la presencia de dos hematomas en el cuerpo, la fiscal Marisol Fabbro dijo que la autopsia no detectó "ninguna lesión traumática". Y que deben esperarse estudios complementarios para saber cómo y de qué murió Gerardo. También ratificó que el joven tenía encima "su celular,1.100 pesos y la ropa que llevaba la noche en que desapareció".

Fabbro destacó que cuatro testigos aseguraron haber visto a Gerardo al salir de La Tienda. "Lo vieron caminando por Sarmiento hacia Catamarca y acercarse a un auto. Aparentemente habría roto el espejo retrovisor de un auto y cayó al suelo. Luego vieron cómo uno de los patovicas del boliche y la encargada del negocio, que sería la titular del auto, se acercaban al lugar. No vieron si esas personas le pegaron a Gerardo, pero sí lo observaron cuando se levanta y se fue corriendo en dirección a calle Catamarca. Y vieron que Gerardo estaba agazapado entre unos autos estacionados a 45 grados, pero no advirtieron que alguien estuviera persiguiéndolo o con alguna actitud sospechosa".

La fiscal sostuvo que "las hipótesis son varias" y que "se ordenó que muestras del cuerpo de Escobar se envien para analizar en La Plata, Buenos Aires y Santa Fe".

En la zona del río cercana adonde vieron vivo a Escobar por última vez y en los alrededores del Parque de España hay dos domos y siete cámaras en distintos edificios. La PDI husméo en todos lados y las pistas se fueron diluyendo. El cuerpo de Gerardo debe hablar. Su familia espera respuestas.