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21:41:03 22/08/2015

Sin razones claras, el Gobierno echó al jefe de la Gendarmería

El Gobierno confirmó  el relevo del jefe de la Gendarmería Nacional pero dejó abierto interrogantes sobre las causas que impulsaron la decisión y también acerca de quién lo sucederá.

El despido del director nacional de Gendarmería, Enrique Zach, y de su segundo, José Pereyra, fue revelado por el diario La Nación. Lo que pasó  fue llamativo: el único miembro del Gobierno que salió a confirmarlo, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, mostró estar muy poco empapado en el asunto y no pudo dar entera certeza sobre las razones.

“Hasta donde yo conozco, el tema de Gendarmería refiere a la última situación, a la línea 60, pero no sé más que ese dato; es esa discusión de que hubo actos represivos”, señaló en su rueda de prensa matinal, en alusión a la represión con balas de goma que hubo hace tres semanas contra los choferes, en Panamericana y ruta 197.

El Gobierno buscó explicar los relevos por esa represión cuestionada, incluso desde sectores afines al Gobierno, como el CELS. Pero lo cierto es que la Casa Rosada defendió en su momento esa actuación de los gendarmes. El propio Aníbal Fernández sostuvo entonces que los trabajadores que habían sido desalojados con gases lacrimógenos y balas de goma “no pueden hacer lo que se les antoje” y justificó que “arrojaron cantidades industriales de piedras” sobre los gendarmes. Según los análisis que se hacían, si la presidenta Cristina Kirchner no hubiera estado de acuerdo o se interpretara que los gendarmes se extralimitaron o desobedecieron órdenes, hubiera ordenado el relevo de inmediato y no tres semanas después.

En fuentes de la fuerza se afirma, en cambio, que hubo una “feroz disputa interna” de poder entre Zach, el director desplazado, y el director general de Apoyo, comandante general Gerardo José Otero, número tres de la fuerza.

A Otero se lo menciona como el ganador de esa disputa y sucesor de Zach. Hace un mes, cuando explotaron las diferencias por causas que se desconocen, Zach le habría pedido el pase a retiro a Otero. Pero éste “se plantó” y resistió su salida, con apoyo político en el Ministerio de Seguridad. De Otero se afirma que es un gendarme “de buen trato y con mucha cintura política”.

El Gobierno no dio ninguna información sobre la conformación de la nueva cúpula, tras la remoción producida a tan solo cuatro meses del fin de su gestión.

Zach había asumido hace tres años, en medio de la inédita protesta salarial que en octubre de 2012 puso a miles de gendarmes y también miembros de Prefectura, al borde de la rebelión. Zach y Otero, fueron piezas clave en la desactivación de un conflicto de índole puramente salarial. Y empezó lo que los gendarmes que estuvieron en las protestas llamaron la “persecución y hostigamiento” internos, que se cobró más de 200 efectivos dados de baja, sobre unos 700 que fueron pasados a disponibilidad.

El malestar en la Gendarmería persiste. Según contaron, Zach fue primero por los cabecillas y luego desató “una purga amplia”, que en algunos casos derivó en presentaciones judiciales. En un caso sin antecedentes en fuerzas de seguridad, en Córdoba 70 efectivos lograron un amparo para ser reincorporados.