La sede de la Unidad Fiscal de la localidad de San Javier, ubicada a unos 330 kilómetros al norte de Rosario, sufrió un violento atentado. Una o más personas ingresaron al lugar tras violentar rejas y ventanas. Luego prendieron fuego una pila de expedientes y computadoras y se llevaron armas de fuego que estaban resguardadas como pruebas de distintas causas.

La fiscal a cargo de la investigación, Rosana Marcolín, dijo a La Ocho que se trató de "una maniobra encubridora con intenciones de frenar una investigación penal. No sabemos cuál, pero no hay dudas de eso".

Además, afirmó que el hecho "tiene una gravedad institucional terrible. Es gravísimo que se animen a realizar semejante maniobra".

La funcionaria sostuvo que "aparentemente habría actuado una sola persona, que entró por la parte trasera de la fiscalía a través de un patio interno".

"Fue un hecho perpetrado con mucho profesionalismo", precisó la fiscal, y a lo que añadió: " No era ninguna persona improvisada. El que hizo esto ingresó por una puerta lateral, no por el frente. Trepó por un patio interno, cortó un enrejado que había allí con mucha precisión. Luego accedió a una ventana, la violentó y cuando ingresó rompió cerraduras de donde estaba la documentación. Con mucho esmero armó una pila con todos los sumarios y les prendió fuego".

La funcionaria manifestó que lo ocurrido "fue una maniobra encubridora con intenciones de frenar una investigación penal. No sabemos cuál, pero no hay dudas al respecto. El objetivo no fue llevarse las armas. El objetivo fue causar un gran daño".

"Es imposible recuperar lo quemado. Trataremos de suplir con testimoniales. No hemos hecho un relevamiento de las causas afectadas por este incendio que fue muy grande, pero vamos a ver qué se puede rescatar", agregó.

La fiscal sostuvo que el atentado "es de una gravedad institucional terrible. Tenemos causas penales en trámite. Esto fue gravísimo, que se animen a realizar semejante maniobra."