Alejandra Gils Carbó compareció ante la Cámara de Senadores para exponer sobre el nuevo Código Procesal Penal que promueve el kirchnerismo, y que altera por completo la arquitectura judicial sobre la que se cimenta el Ministerio Público que dirige. La funcionaria expresó su satisfacción con la reforma al ponderar la "articulación" entre las fiscalías.

Ante la bicameral que evalúa el proyecto, la funcionaria calificó como un "nuevo hito" las modificaciones propuestas para su área. "Hemos trabajado para dejar atrás el modelo de fiscal aislado, construyendo un nuevo modelo de Ministerio Público Fiscal donde el hincapié se hace en la coordinación e intercambio entre los titulares de las fiscalías", explicó, según recoge el sitioParlamentario.com.

La creación de "áreas especializadas" y la "especialización en multidisciplinas" en las fiscalías "son acciones adecuadas para combatir el delito", consideró, y remarcó que hasta ahora trabajan de manera "desarticulada".

Gils Carbó destacó, sobre todo, el pretendido paso de un sistema inquisitivo a una acusatorio. "El sistema judicial vigente ha sido dejado atrás por distintas provincias y la inmensa mayoría de los países de la región, porque es el peor modelo para combatir el crimen organizado", argumentó. "Ese combate contra el crimen organizado se lleva adelante con coordinación y estrategia, y los únicos funcionarios habilitados para hacerlo son los fiscales", agregó.

Blanco recurrente de la oposición, los legisladores no kirchneristas que participaron del debate no dejaron pasar la ocasión para intentar poner a la procuradora contra las cuerdas. Apuntaron contra supuestos actos de "discrecionalidad" de su parte, cuestionaron su negativa a asistir en una oportunidad anterior al Congreso y hasta mencionaron el caso de José María Campagnoli. Incluso la diputada Patricia Bullrich la espetó por la "injerencia" del Gobierno en la procuración.

"Con respecto a la injerencia del Poder Ejecutivo en mi gestión, no tiene fundamento. Que a alguien se le ocurra hacer una campaña sobre esto sin fundamento es distinto de la realidad", dijo. "Yo nunca fui oficialista y sigo siendo la misma persona", afirmó.

En la misma línea, agregó que la función de su cargo es "defender el interés general de la población en coordinación con las demás autoridades de la República".

Ante la ola de indagaciones que lanzó la oposición, la kirchnerista Diana Conti ensayó un "contraataque" que incluyó una denuncia contra sus pares por supuestamente entrar "al juego corporativo junto al poder mediático y judicial resistente". "Las preguntas de la oposición me parecen retrógradas y obtusas", dijo.