Seguínos en las Redes
  • Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?

14:08:49 03/11/2013

Central caía 2-0 ante Rafaela y dio vuelta un encuentro con alto nivel de adrenalina

Central volvió a ganar. Le tomó el gusto a este elixir embriagador que lo acompaña en las últimas siete fechas. Parece que, de la mano de Russo, aprendió a sobreponerse a las condiciones que le imponen los partidos y ese es un síntoma de notable evolución que quedó claramente reflejado en la electrizante victoria de ayer 3 a 2 sobre Rafaela. Es que el conjunto canalla se repuso de 0-2 en contra, lo dio vuelta con decisión, carácter y aprovechó el hombre de más que dejó la expulsión de Eluchans. Y ahora su gente se anima, se está acostumbrando a las celebraciones y los números regalan una enorme mueca de confianza y optimismo que lo acercan sin eufemismos a sus objetivos originales.

Central obtuvo ayer su tercera victoria consecutiva, sacó 15 de los últimos 21 puntos que disputó, y eso expone el apetito que funda las aspiraciones de este equipo que se sobrepone a sus importantes vacilaciones defensivas con un elogiable espíritu de búsqueda en el arco rival. Y allí radica una de las grandes virtudes de esta versión canalla, es una apuesta muy insistidora, que mira siempre para adelante y que no se da por vencida nunca, ni siquiera cuando erra dos penales.

   En el Gigante ayer pasó de todo. Fue un partido de alto nivel de adrenalina, que transitó siempre sobre el cautivante carril de las emociones fuertes y que desembocó en una victoria furiosa.

   Central arrancó perdiendo y se pudo levantar, a puro coraje, de puro testarudo. Hubo penales sancionados y otros obviados (dos durante el primer tiempo), el arquero Conde se los tapó a Carrizo y Abreu, y cada acción quedó envuelta en una mala tarde del árbitro Baliño.

   Pero el local siempre fue por lo que más necesita, los tres puntos. A partir de ahí, puso el GPS rumbo al arco de La Crema y buscó con todas sus herramientas. Favorecido con los ingresos desde el banco, que aumentaron su caudal y su capacidad resolutiva en ofensiva.

   Después del gol de Vera, que puso el 2-0 para Rafaela, vino el penal y la roja a Eluchans que fue un elemento disparador en el desarrollo y sirvió de guiño de complicidad para el dueño de casa, que se llenaba de obligaciones, pero no esquivaba responsabilidades.

   Conde le ahogó el grito a Carrizo desde los doce pasos, pero Central fue por una más y en el centro posterior descontó Encina. Después, con toda la artillería desplegada, y de tanto avanzar, consiguió la igualdad a través de Medina, quien en la misma acción recibió la quinta amarilla por sacarse la camiseta en el festejo. Todo ocurría entre palpitaciones y estridencias.

   Y en el tramo de cierre, apareció en escena otro penal, otra aparición fantasmal de Conde hacia el mismo palo que le negó el tercero a Abreu y el torbellino emocional que proponía el duelo no encontraba descanso. Pero le quedaba una cuota decisiva de acción al encuentro, y el Sapito Encina fue el encargado de hacer explotar el Gigante con un toque letal.

   Con este resultado, Central suma 21 unidades, muy cerca de su criteriosa meta de 25 por torneo que estableció en el regreso a la primera división. Hacía 25 años que no revertía un 0-2, ya que el anterior fue el 30/4/88 cuando venció 3-2 a Ferro, en Caballito. Y es la primera vez en la historia que consigue dar vuelta un marcador de esa envergadura en condición de local.

   Sensaciones, escenarios, números y rachas que describen con precisión un momento y una gran levantada de este Rosario Central que logró dejar huella en sus últimos pasos.

Fuente: Ovación