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16:44:52 29/11/2014

Kicillof sostuvo que "la gente está podrida de que le digan que todo va a ir peor"

El Ministro de Economía, Axel Kicillof, desembarcó en Rosario por primera vez desde que asumió la conducción del Palacio de Hacienda. Almorzó con cuarenta hombres de negocios en la Asociación Empresaria de Rosario. Durante una reunión de casi dos horas, expuso sobre la situación de la economía internacional, describió las medidas tomadas para enfrentar la última corrida cambiaria, y describió las perspectivas en el mercado local para el 2015. También mantuvo un ida y vuelta con los referentes locales sobre el futuro de los planes de estímulo al consumo. "Tenemos una batería de planes para cada problema que se presenta, no quiero ponerme en negador, pero soy optimista porque la economía argentina no está en el infierno que nos quieren vender", dijo en un breve contacto con la prensa.

Kicillof llegó a AER acompañado por el secretario de Comercio, Augusto Costa, y el diputado nacional Marcos Cleri. Allí lo recibieron el presidente de la entidad, Ricardo Diab, y el titular de la Unión Industrial Regional Rosario (Unirr), Guillermo Moretti. El también dirigente de Fisfe y de la UIA fue quien invitó al ministro a visitar Rosario hace unos meses, tras una dura discusión que mantuvieron en el marco de un encuentro con la cúpula de la central fabril.

□"Quería que tuviera la visión de los empresarios del interior sobre el modelo económico, que no es la misma que aparece en Buenos Aires", recordó Moretti.

El ministro abrió la exposición pintando un crudo panorama de la economía internacional, con datos de primera mano recogidos durante la última reunión del G-20. Explicó que contra lo que los organismos internacionales esperaban, "la economía en el mundo entrega una perspectiva muy pobre en materia de crecimiento". Y culpó a las políticas ortodoxas de acentuar las consecuencias de la crisis financiera desatada en 2008.

El jefe del Palacio de Hacienda se quejó porque en Argentina "se desprecia" la información sobre economía internacional, a la que juzgó, no obstante, fundamental para comprender la naturaleza de la actual disputa económica. Keynesiano, defendió el camino heterodoxo por el cual el Estado tiene la obligación de crear demanda en tiempos de crisis. "Podríamos terminar la inflación en poco tiempo, a costa de profundizar la recesión y generar desempleo", señaló. Pese a su defensa de la intervención estatal subrayó que son los privados los que tienen que invertir y enfatizó en ese sentido el rol que juegan las expectativas.

Denunció que las corridas cambiarias que se vivieron durante el año buscaron potenciar las expectativas negativas. "Hubo un intento de generar una corrida cambiaria, que fracasó por donde lo miren, querían llevar el dólar oficial a principios de año a 11 pesos y ahora quieren ponerlo en 20, y para eso juegan con el dóalr paralelo, dándole una importancia que no tiene, porque es el único que pueden manosear", contó, para luego resaltar el nuevo esquema de control del mercado cambiario, que coordina la intervención de distintos organismos públicos.

En busca de mejorar esas expectativas se ubicó la reunión con los empresarios rosarinos. Les insistió con que la economía argentina "está lejos de las catástrofes que intentan instalar" pese a que debe "afrontar las complejidades" de un contexto global áspero.

"No voy a decir que no hay dificultades pero sabemos que los planes que sacamos funcionan bien y que la gente está un poco podrida de que le digan que todo va a ir peor", dijo.

De hecho, buena parte del intercambio con los empresarios locales pasó por el futuro de los planes de estímulo al consumo y de administración de precios que sacó el gobierno nacional, que fueron valorados positivamente.

"El programa Ahora 12 tardó en implantarse en Rosario pero funciona bien y Precios Cuidados entró muy bien en el comercio minorista", dijo.