Una comerciante de Arroyo Seco sufrió el viernes pasado una brutal golpiza por parte de delincuentes que ingresaron a robar a su negocio de venta de celulares. Darío Gres, intendente de esta localidad del sur rosarino, lamentó el episodio y dijo que el arribo de Gendarmería a Rosario "motivó que muchos delincuentes salgan a robar a localidades vecinas".

Gabriela Bravo es la mujer de 36 años que el viernes por la tarde fue víctima de un violento robo, cuando un hombre armado junto a una mujer ingresaron a su negocio de telefonía móvil. Tras encañonarla la golpearon en distintas partes del cuerpo, para luego darse a la fuga con el dinero de la caja registradora. La mujer tuvo que ser asistida en una hospital de la zona.

Darío Gres, intendente de Arroyo Seco, admitió un crecimiento en las últimas semanas de los delitos en la ciudad. "En localidades chicas como la nuestra nos conocemos todos. A Gabriela la conozco desde que éramos adolescentes y cuando suceden este tipo de cosas, y sobre todo con tanta violencia, nos duele a todos cada golpe que recibe. Y la impotencia es enorme", apuntó Gres a La Ocho.

Si bien destacó el trabajo conjunto con la provincia y la incorporación de tres nuevos móviles policiales para patrullar durante el día, dijo que "lamentablemente nos estamos encontrando con gente que no tiene ningún tipo de código ético ni moral".

Consultado por la posibilidad de un corrimiento geográfico en el delito, Gres advirtió que en Arroyo Seco están sufriendo "las consecuencias de cuando se aprietan las cosas en seguridad o cuando desembarcó Gendarmería en Rosario, que controló muchos barrios de Rosario pero generó que muchos delincuentes salgan a robar a las localidades vecinas".

Dijo en este sentido que los protagonistas de los robos en las últimas semanas "son caras que no son de Arroyo Seco", sino "gente que viene a la ciudad y se va".