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11:16:25 07/09/2014

Treparon hasta un tercer piso y asaltaron a una estudiante mientras dormía

Una estudiante oriunda de Reconquista que vive junto a su hermana en un edificio de Echesortu fue víctima de un robo en su departamento cuando dos hombres lograron entrar por el balcón tras escalar por los cerramientos que protegen los pisos inferiores. Laurentina tiene 19 años y se encontraba sola la madrugada del sábado cuando fue sorprendida por los ladrones, quienes se hicieron de un botín de electrónicos y dinero.

La estudiante estaba durmiendo en su departamento del tercer piso de 3 de Febrero y avenida Francia, a 50 metros de la delegación de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, cuando escuchó un leve ruido del balcón. Luego, las pericias policiales determinaron que las rejas que cierran los balcones del primer y segundo piso se habían convertido naturalmente en una escalera que permitió acceder a los pisos superiores: en cada una de las planchuelas había marcas de zapatillas.

Como tenía puestos los auriculares y la luz estaba apagada la joven no alcanzó a reaccionar y fue sorprendida cuando intentaron taparle la boca. Sin embargo pudo gritar y eso alertó a un vecino del departamento contiguo, que se acercó hasta el suyo y golpeó la puerta. En ese momento los ladrones la tenían dominada a Laurentina y la obligaron a subir el volumen de un televisor para simular que estaba todo en orden y que el grito podía ser el sonido de una película, lo que finalmente presumió su vecino.

Minutos después prendieron una luz y Laurentina pudo ver a dos hombres de unos 25 años que le exigieron plata y objetos de valor. Le explicaron que no iba a sucederle nada, que sólo querían dinero. Así, la muchacha les indicó donde estaban sus ahorros: unos 2 mil pesos, y objetos de electrónica como un Ipad, una notebook y celulares.

Maniatada. Para desplazarse por el pequeño departamento los maleantes decidieron maniatar a la adolescente y fueron a la cocina por un cuchillo y repasadores viejos. La chica lo cuenta aceleradamente, como para olvidarse rápido: "Estaba en la cama y siento que me quieren tapar la boca, entonces grito, pero eran más fuertes que yo y cuando me callaron uno me dijo que no pasaba nada, que era un robo y que se iban. En eso escucho que el chico que vive al lado toca la puerta, pero los ladrones me dijeron que suba el televisor y eso hice. El vecino se fue", dijo.

Fueron no más de diez minutos y a Laurentina le pareció una eternidad. "Con el cuchillo cortaron unos repasadores y me ataron. Me levantaron de la cama y me dejaron tirada en la cocina mientras buscaban lo que querían; les dije donde había plata y me pidieron un bolso para envolver las computadoras. Después me pidieron las llaves del edificio, se tomaron el ascensor y bajaron", lo dice asustada pero como si le hubiera sucedido a otro.

Sus padres, que estaban este sábado en el departamento junto a sus hijas, contaron que los ladrones tenían un cómplice apostado en la parada de colectivos de la esquina, según les dijo otro vecino. Y que al salir, ese tercer hombre los siguió. "Estamos muy preocupados, vamos a poner un cerramiento, pero uno vive muy mal", dijo el padre de las chicas.