Todavía  con deudas en el funcionamiento táctico, pero con un Lionel Messi  intratable que invita a soñar, la selección argentina sumó hoy su  tercer triunfo en el Mundial de Brasil frente a Nigeria (3-2) para avanzar como primero del Grupo F a los octavos de final del  Mundial de Brasil.

En el estadio Beira Río de Porto Alegre, con más de 30 mil  argentinos, un doblete de su capitán a los 2 y 45 minutos del  primer tiempo, con un soberbio tiro libre, más un “rodillazo” de  Marcos Rojo en el arranque del complemento, redondearon el triunfo albiceleste.

Los nigerianos empataron dos veces el juego gracias a las  apariciones de Ahmed Musa, que logró superar a Sergio Romero,  quien no pudo festejar con la valla invicta haber quedado como el  segundo arquero de la historia con más presencias en la selección.

Argentina por varios pasajes del partido volvió a ser un equipo fraccionado, todavía no logró resolver esas situaciones de  desventaja numérica cuando pierde la pelota.

Después de mitad de cancha para adelante mantiene ese cambio de ritmo que lo convierte en la mejor delantera del mundo, puesto por puesto, liderado por Messi.

El partido arrancó con un ritmo frenético y lo que tanto se  había hablado después de los primeros dos partidos en el Mundial  parecía resolverse fácilmente.

Mascherano tomó la pelota y de primera lanzó un pase directo a  Di María que apareció solo, no pudo con Enyeama y el palo, pero  apareció Messi para capturar el rebote y clavar la bomba arriba  junto al travesaño para el 1-0, marcando el gol más rápido de su  carrera.

El gol debería haber tranquilizado a la Selección, que tenía  campo y tiempo para jugar ante el retroceso de Nigeria, pero las  “Aguilas Verdes” no iban a perdonar el primer error argentino.

Pase fallido en el medio, contragolpe rápido, superioridad en  el retroceso de la Argentina, pero dejan pensar al ejecutor que  abre la pelota para Ahmed Musa, que lo mide a Zabaleta, enganchó  hacia dentro y metió un hermoso derechazo que venció a Romero.

Cuando parecía que el empate los mandaba a los vestuarios,  Messi tomó la pelota para ejecutar un tiro libre desde 35 metros,  desde el mismo lugar donde unos minutos antes, Enyeama se la había sacado del ángulo.

Pero como un baldazo de agua fría, Musa volvió a dejar a la luz los problemas defensivos albicelestes cuando apenas iniciado el complemento se filtró a toda velocidad por el medio de la cancha entre todos los marcadores argentinos, recibió un pase  involuntario de Gago y definió ante Romero.

Tanto Di María como Messi tuvieron muchos arranques eléctricos cuando recibieron en las espaldas de los mediocampistas de contención de Obi Mikel y Onazi, que tenían a su cargo la contención en el centro.

En un córner desde la derecha, ejecutado por Ezequiel Lavezzi -que reemplazó al lesionado Sergio Agüero-, Marcos Rojo burló su marca, saltó para cabecear pero le dio con la rodilla derecha, para poner el 3-2.

Con la salida de Messi a veinte minutos del final -entró el  debutante Ricardo µlvarez-, Argentina perdió protagonismo y si  bien tuvo algunas opciones para liquidar el partido -como Di María o una volea de Lavezzi que atajó Enyeama- no lo consiguió y le dio vida a Nigeria.

Igualmente, los dirigidos por Stephen Keshi no redondearon una  buena actuación en ofensiva, casi siempre chocaron con los  defensores argentinos y quedaron lejos del empate.

Tercera victoria de la selección en el Mundial de Brasil, que  todavía entrega dudas y deudas de juego, pero que con el nivel de  Lionel Messi, no puede dejar de alimentar la ilusión de avanzar  hasta lo más alto.