Los representantes de General Motors y del gremio Smata siguen negociando la modalidad de las suspensiones de operarios para julio. La automotriz radicada en Alvear quiere recortar ese mes el salario de 2.700 obreros en un 35 por ciento. Pero desde el gremio se niegan a aceptar esa condición. Las partes se reunieron el lunes pasado y volverán a hacerlo mañana. La falta de acuerdo predice un conflicto que con el correr de los días podría comenzar a generar tensión. El lunes pasado representantes de Smata y directivos de General Motors se reunieron para definir bajo qué modalidad se implementará en julio la suspensión de 2.700 obreros de la firma, que desde este mes comenzó a poner en marcha un sistema de reducción de tiempo de trabajo y producción en la planta radicada en Alvear producto de la fuerte caída de ventas en el mercado interno y el exterior. Los directivos de GM insistieron en el cónclave con la idea de recortar a partir de julio en un 35 por ciento el salario de los obreros en el marco de la política de suspensiones. La negociación se desarrolló durante un largo rato, pero no hubo acuerdo. Desde el gremio se niegan a aceptar esa reducción. La estrategia es alargar la discusión para tener un panorama más claro sobre cómo evolucionan los niveles de producción de aquí a 45 o 60 días. “Esto se irá viendo día a día. Ellos pretenden sacar lo máximo y nosotros estamos defendiéndonos, viendo las alternativas que tenemos en el convenio colectivo de trabajo”, sostuvo Antonio Milici, secretario adjunto de Smata. Las autoridades sindicales y de la firma norteamericana volverán a verse las caras este jueves. Y allí habrá que ver cómo sigue la búsqueda de consensos.

Lo que ya está en marcha

Los encuentros de esta semana llegan luego de que GM anunció una baja en la producción y comenzó a definir un nuevo y ajustado esquema de trabajo. En esta primera etapa los trabajadores afectados siguen percibiendo el mismo salario neto, aunque con la pérdida de algunos adicionales. Este mes la fábrica está parando su actividad los viernes. Pero para los obreros en este caso no se aplican suspensiones ya que las jornadas no trabajadas se compensan con un “banco de horas” de reserva que contempla el convenio colectivo. Este sistema se activa en situaciones en que merma la faena. “Es una compensación que, una vez que se supere esta crisis, el tiempo no trabajado se retribuirá con horas extras”, explicó Milici. Ese colchón se agotará en junio. Por lo pronto, para el mes que viene, las partes concertaron parar la producción los días jueves 19, viernes 20 (feriado nacional) lunes 23, martes 24 y miércoles 25. Eso sí, se realizará bajo el régimen de suspensiones ya que para entonces el banco de horas se habrá extinguido. Los trabajadores seguirán cobrando el ciento por ciento del salario neto aunque volverán a resignar ingresos por adicionales atados a los objetivos variables. La merma en la producción de GM tiene su origen en la caída de las ventas. Durante el primer semestre del año pasado la planta fabricaba 34 autos por hora. En el segundo semestre bajó a 29 vehículos. En un marco de reducción general del mercado, la automotriz fue afectada fundamentalmente por una reducción del 40 por ciento en la comercialización a Brasil, hacia donde se destina el 90 por ciento de la producción. La apuesta del gremio es llegar sin despidos hasta el inicio de la producción de un nuevo modelo (Fénix) en 2015.

Bonfatti habló

Quien hizo ayer declaraciones sobre el tema fue el gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti. El mandatario fue consultado en una radio local sobre cómo observaba el panorama laboral en Santa Fe, teniendo como eje la situación en que se encuentra la automotriz. “Hoy hay alertas pero no mayores conflictos”, relató. Para el jefe de gobierno provincial la preocupación surge porque se comparan las ventas en el sector automotor actuales con las obtenidas en 2013, “año que fue inusual, excepcional”. “Muchos se compraron un vehículo en medio de la inflación”, agregó en declaraciones a Radio 2. “Este año las cifras son más normales”, continuó, y consideró respecto de GM: “La empresa suspendió un día pero no les quitó el salario”.