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21:14:48 18/05/2014

River resurgió de sus cenizas para volver a alzarse con un campeonato

River  Plate se consagró  campeón del fútbol argentino tras la goleada  ante Quilmes en el Monumental por 5-0, en partido válido por la  19na. y última fecha del torneo Final 2014, y volvió a dar la  vuelta olímpica, la número 35, tras seis años.

Los goles del flamante campeón fueron anotados por el  delantero Fernando Cavenaghi (PT 12m. y ST 25m.), el defensor  Gabriel Mercado (PT 27m.), el volante Cristian Ledesma (ST 17m.) y  el atacante colombiano Teófilo Gutiérrez (St. 44m.), en el cotejo  que fue arbitrado por Silvio Trucco y recibió a más de 65 mil almas  que alentaron al equipo de Ramón Díaz.

River tuvo un primer tiempo muy bueno, con fútbol, presión,  juego colectivo y decisión en pos del objetivo, en busca de la  victoria necesaria.

El funcionamiento del equipo de Ramón Díaz, con un 4-3-1-2,  tuvo como ejes a Cristian Ledesma y su rueda de auxilio, uno de los  pilares, Ariel Rojas, que iniciaron las jugadas que finalizaron en  los desbordes de Leonel Vangioni y Carlos Carbonero.

River no le dio chances a un Quilmes que con un sistema 4-4-2  y sin la presión de jugar por la permanencia no pudo con las  conexiones entre Ledesma, Rojas y Manuel Lanzini, más las  participaciones de Teófilo Gutiérrez y Fernando Cavenaghi.

El nuevo campeón avisó a los 8 minutos, con un remate de  media distancia de Ledesma, tras la jugada de izquierda al medio de  Rojas, Vangioni y Lanzini. Pero a los 12m., Cavenaghi no perdonó el  rebote que dio el arquero Walter Benítez, tras el remate de cabeza  de Carbonero en el punto penal.

De ahí en más, fue todo de River, para delirio de su gente  que elevó banderas y globos de color rojo y blanco para palpitar un  nuevo campeonato.

A los 27m., la fiesta se agrandó con el tanto de Mercado,  quien estuvo atento en otro rebote del guardametas, tras el  cabezazo de Maidana, por córner de Rojas desde el sector derecho.

Con el 2-0 a favor, River fue por más, con un Quilmes  retraído en el campo, y estuvo a punto de estirar la ventaja, pero  Benítez le negó el gol a Rojas (42m.), la figura del partido y el  árbitro no concedió penal a favor por infracción de Joel Carli a  Carbonero en el área (43m.).

En el segundo tiempo, River continuó como dueño del balón,  Quilmes no ofreció resistencia a pesar de los cambios y se dedicó a  asegurar la pelota.

La frutilla del postre corrió por cuenta de Ledesma, quien  desde media distancia, con pierna derecha, sacó un remate fuerte,  alto y preciso, que se introdujo en el ángulo izquierdo superior de  Benítez. Todo el plantel, hasta Barovero, fueron a saludar al  Lobo, que recibió el reconocimiento de los hinchas.

Luego, a los 25m., Cavenaghi quedó cara a cara con Benítez,  tras pase de Lanzini, y anotó su segundo tanto en la noche y el  octavo en el certamen.

La gente, al grito "íDale Campeón!" acompañó la fiesta que se  vivía en el campo de juego. El quinto tanto, del colombiano  Gutiérrez, llegó cuando la fiesta ya estaba desatada.

Con autoridad y decisión, River planificó una goleada que le  dio otro campeonato, basada en una muy buena campaña como local  (ante Quilmes ganó el octavo partido seguido) y victorias  importantes como visitantes, pocas, pero vitales, ante Boca (12ma.  fecha) y Argentinos Juniors (18ª).

River fue un justo campeón, al cual no le sobró mucho, pero  le alcanzó con el aporte goleador de Cavenaghi, los tantos y el  despliegue de Carbonero, las fugaces apariciones de Teófilo  Gutiérrez, la creación de Lanzini.

A eso vale agregar el auxilio del arquero Leandro Chichizola  en reemplazo del lesionado Barovero (atajó dos penales: Estudiantes  y Racing), y el trabajo en silencio de Maidana, Alvarez Balanta,  Ledesma y Rojas, entre otros.

River volvió a imponer su estilo, su nombre, alejado de los  escándalos deportivos e institucionales de gestiones anteriores y  apuntará mantener ese prestigio que supo ganar en 113 años de  historia.