Las requisas carcelarias a pedido del gobierno provincial continuaron este viernes en el penal de Coronda, Instituto Correccional Modelo U1 Dr. César Tabares, de donde un grupo de irrupción incautó celulares, según indicaron fuentes del Ejecutivo.

La acción, indicaron, tuvo el objetivo de reubicar a “narcos y sicarios” en pabellones donde se prevé que tendrán monitoreo permanente para evitar que instiguen más delitos desde sus celdas.

“Este tipo de operativos nos permite recuperar el control en las cárceles para que la calle empiece a ser un lugar seguro”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni.

Esta semana también hubo allanamientos y requisas en la Unidad Penitenciaria Nº 11, de la localidad de Piñero, de donde también se reportó el secuestro de celulares y hasta de droga acondicionada para la venta.

Allí algunos internos que habitaban pabellones comunes fueron reubicados en sectores de alto perfil, que posee más restricciones de movimientos y vigilancia.

Horas después del reacomodamiento en la cárcel de Piñero, en Rosario atentaron a tiros contra el banco Macro de Ovidio Lagos y Saavedra y contra el Heca. Los disparos estuvieron acompañados de sendos carteles con amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro.