Los presos alojados en el penal de Piñero que necesiten atención sanitaria por cuestiones de urgencia y emergencias ya no serán derivados al Hospital San Carlos de Casilda.

Así lo aseguró el director del efector casildense, Omar Moya, luego de mantener una comunicación telefónica con el titular de la Dirección de Tercer Nivel del Ministerio de Salud, Rodrigo Mediavilla, quien le confirmó la esperada noticia, aunque aún no fue notificada oficialmente. Lo sucedido se da a pocos días de la fuerte movida que se desarrolló en la ciudad cabecera del departamento Caseros para reclamar a la provincia que dé marcha atrás con la cuestionada medida.

Fue el miércoles de la semana pasada, cuando en el marco de una jornada de paro se llevó adelante un abrazo solidario al edificio hospitalario para rechazar la decisión de que los internos de Piñero sean atendidos allí debido a no estar dadas las condiciones para garantizar seguridad. La acción de la que participaron trabajadores de la salud, autoridades y vecinos finalmente obtuvo la respuesta buscada y tranquilizó los ánimos.

"Lo llamé al director del Tercer Nivel de Salud y me comunicó la decisión de no seguir derivando internos de Piñero al hospital de Casilda", señaló Moya para luego resaltar: "la pelea que dimos empleando todos los medios de convencimiento que teníamos a mano, rindió sus frutos".

Y en esa misma línea, recordó que "desde el primer momento le expresamos a nuestras autoridades provinciales la convicción de no negarnos al aspecto humanitario que implica como médicos brindar atención a cualquier ser humano que la necesite, pero también dejamos en claro que en este caso la limitante es que el nosocomio no está preparado ni cuenta con infraestructura suficiente para la seguridad que requiere la asistencia de presos de alto perfil".

"Celebramos y valoramos que se haya resuelto este tema que no solo generó preocupación en el ámbito hospitalario sino en toda la ciudad ante la posibilidad de que ocurran hechos que terminemos lamentando, como lo sucedido días atrás en el Hospital Provincial de Rosario", dijo Moya en obvia alusión al asesinato del policía Leoncio Bermúdez, perpetrado por un grupo de sicarios que al parecer irrumpió en el centro de salud con la intención de matar o liberar a un preso de Piñero que había sido internado con un cuadro de neumonía.

Tras ese homicidio, la provincia resolvió que los internos de ese penal sean derivados, en caso de urgencias y emergencias, a otros efectores de la región como es el caso del Hospital San Carlos de Casilda, lo que terminó siendo resistido por la comunidad casildense con la vista puesta en lograr que ello quede sin efecto, algo que, todo indica, ya es un hecho aunque todavía no haya sido oficializado.

Hasta ahora, el hospital casildense recibió a cuatro internos que luego de ser atendidos fueron trasladados nuevamente a la cárcel de Piñero sin registrarse inconvenientes.