"Hartos", esa es la respuesta de los vecinos, cansados de soportar cortes intempestivos de agua potable o de gas natural ante las oleadas de robos de elementos de cobre con el que están compuestos algunas partes de los medidores. Es por eso que varias vecinales de Rosario llegaron a un acuerdo con Aguas Santafesinas para colocar cemento o enrejados a fin de evitar nuevos hurtos que ocasionan grandes pérdidas del suministro y el corte inevitable del servicio. Se trata de un delito predatorio que ocasiona pérdidas a Aguas de más de $50 millones al año.

Los robos tipo piraña de flexibles de cobre del gabinete de Litoral Gas y de compartimentos de medidores de Aguas Santafesinas se incrementaron desde la pandemia a la actualidad como consecuencia del avance de la venta ilegal de estos elementos en chatarrerías. Y si bien el municipio logró clausurar locales donde se encontraron estos elementos robados y judicializar estos casos, lo cierto es que el delito se transforma en itinerante a lo largo y a lo ancho de la ciudad.

"Son oleadas", explicó el gerente de Comunicación Institucional de Aguas Santafesinas, Guillemo Lanfranco, a la hora de precisar la cantidad de robos perpetrados a lo largo y a lo ancho de la ciudad. Eso sí, está constatado que estos casos descienden abruptamente cuando la Secretaría de Control municipal y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) realizan operativos en chatarrerías de zonas aledañas a los robos.

"Robarse un medidor es más fácil y más rápido que lo que demora un cambio de neumáticos de Fórmula 1", apuntó Lanfranco en alusión a la simpleza y agilidad con la que arrancan de cuajo la parte de cobre que compone los medidores de Aguas.

Una reciente ola de robos de medidores de Aguas ocurrió en la zona de La Paz y Suipacha, a escasos metros del parque Independencia y el Estadio Municipal, donde toda una cuadra quedó depredada.

El robo de medidores es un delito que a la empresa Aguas Santafesinas le costó sólo en 2022 más de $50 millones para volver a reponerlos y poder seguir prestando el suministro como corresponde.

A su vez, Lanfranco admitió que ya comenzaron a dar el visto bueno ante la consulta de varias vecinales, entre ellas la del barrio Parque Casado (Ovidio Lagos al 3000), a la hora de improvisar enrejados para proteger los medidores, como suele hacerse con los porteros eléctricos e inteligentes de casas o edificios, o colocar cemento, siempre y cuando sea de fácil remoción.

"Estamos dialogando con diferentes vecinales y les damos permiso para que puedan enrejar la caja o colocar cemento, ya que la condición es que quede visible el cuadrante del medidor para poder realizar la lectura correspondiente y, lógicamente, la llave de corte", comentó el vocero de Aguas Santafesinas para frenar un delito que se lleva buena parte del presupuesto que, a juzgar por la empresa, podría destinarse a otros proyectos.

De hecho, un vecino admitió ante este medio que ese invento casero avalado por Aguas Santafesinas dio sus frutos y desalentó un robo, justo en una cuadra arrasada por esta clase de ladrones. "Ví que me habían abierto la tapa, pero evidentemente vieron el cemento y no pudieron arrancarlo como con el resto de la cuadra", comentó en relación a la alternativa antirobo.

"Lo más importante es que cada vez haya menos medidores con elementos metálicos, por eso todos los que reemplazamos ya son íntegramente plásticos, de modo que no encuentren ninguna pieza tentadora para llevárselo. Es más, ya no tenemos stock de metal", apuntó.

A la hora de precisar las zonas con mayores robos, Lanfranco explicó que los mismos se dan por oleadas y por zonas. "Hay veces que son tres o cuatro y otros que son más de veinte en un solo día; ahora, lo que llama la atención es que cada vez que se hicieron procedimientos en chatarrerías, el delito descendió a la mitad", confesó.

A su vez, destacó: "Claramente hay que trabajar sobre la cadena de valor y atacar al que recibe el elemento robado, que es el segundo eslabón de la cadena, puesto que no son ladrones profesionales quienes están detrás de los hurtos".

Actualmente, en Rosario se roban alrededor de 750 medidores por mes, lo que significa que una de cada 8 personas que tiene medidor sufrió la sustracción en estos para sacarle las pequeñas piezas de bronce del interior, de los que aún no fueron reemplazados por piezas de plástico.

Aguas Santafesinas brinda el servicio a unos 247 mil usuarios, de los cuales 72 mil cuentan con medidor. Sin embargo, en el lapso de un año se robaron nueve mil, de modo que una de cada 8 personas (el 12,5%) que tienen medidor sufrió un acto de vandalismo en los últimos 12 meses.

En caso de ser víctima de un hecho de este tipo, es necesario que el cliente se comunique de inmediato con la empresa Aguas Santafesinas a través de número de WhatsApp que funciona las 24 horas (341695008), la oficina virtual de la web o la atención telefónica (0810-777-2000).

Es importante que el usuario denuncie también al 911, ya que Aguas hace la presentación correspondiente ante cada caso. El tiempo de reposición es dentro de las 48 a 72 horas.

En aquellos casos en los que el usuario no está porque es una casa deshabitada, cualquiera puede hacer el reclamo ante la empresa por los diferentes canales de comunicación.

Fuente: La Capital