El índice de alcoholemia positiva a camioneros o choferes profesionales en las rutas de Santa Fe aumentó casi un 50%.Así lo reveló el titular de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Osvaldo Aymo, quien atribuyó ese número a "la mayor cantidad de controles" que se hacen en los distintos puestos. Además, señaló que muchos conductores “vienen de otras provincias” con alcohol en sangre.

El organismo realizó operativos de control en rutas en forma regular durante los primeros seis meses del año y el promedio de test positivos dio que cuatro de cada diez choferes profesionales que recorren la provincia habían ingerido alcohol.

El funcionario recordó que desde febrero de 1995, cuando entró en vigencia la ley nacional de tránsito, los choferes profesionales tienen la obligación de tener 0,0 de alcohol en sangre. “Esa norma tiene casi 30 años, pero no alcanza solo con la ley. Tiene que haber controles y estuvimos muchos años sin controles en las rutas”, subrayó.

El funcionario remarcó que “si no hay controles, la gente se relaja”. Analizó: "Ningún ser humano es tan adepto a cumplir sin los controles. Un conductor profesional puede perder su trabajo si es detectado con alcohol en sangre”.

“En el caso de los conductores particulares les pueden retener la licencia, imponer sanciones económicas, retener el vehículo, tiene que hacer todos los trámites de nuevo para recuperar el vehículo. Pero el profesional puede quedarse sin trabajo”, expresó.

Al momento de explicar los resultados del relevamiento, Aymo señaló que “Santa Fe ha dado vuelta la página con respecto a los controles de alcoholemia en las rutas. Los números son harto elocuentes. En los primeros siete meses del año fiscalizamos 378 mil vehículos, entre ellos conductores profesionales”.

“Y en este contexto, siempre me planteo: ¿estos conductores solo toman en Santa Fe? Muchos de estos choferes vienen de otras provincias. En el puesto de control que tenemos en Ceres, sobre la ruta nacional 34, en el límite con Santiago del Estero, tomamos a un camionero que transportaba combustible que venía desde Bolivia, y que tenía 1, 78 gramos de alcohol por litro de sangre y le retuvimos la licencia. Y aparentemente desde Bolivia hasta Ceres había viajado por varias provincias y nadie lo controló”, subrayó Aymo.