La Justicia de Familia de Rosario otorgó la adopción de integración de un joven de 32 años por parte del esposo de su madre. La adopción tiene el carácter de plena, que otorga al adoptado la condición de hijo. El joven será inscripto con el apellido del adoptante en primer lugar, conservando el apellido materno. La adopción fue patrocinada por la abogada María José Mazzei. El padre biológico al separarse de la madre del joven se desentendió totalmente de sus responsabilidades parentales, no cumplió con sus obligaciones alimentarias y dejó de relacionarse afectivamente con su hijo. Desde el 2006 perdieron todo tipo de contacto. Dos años después la madre comenzó una relación sentimental con otro hombre, comenzaron a convivir y contrajeron matrimonio en enero de 2017. El hombre y el joven se trataron como verdadero padre e hijo. Considera al marido de su madre como un verdadero padre por haberlo acompañando en ese rol, tanto desde el punto de vista afectivo como económico. El adoptado manifestó que es conocido laboral y socialmente por su apellido materno, ya que desde que su padre se desentendió de él, dejó de usar el apellido paterno. Expresó que desea modificar su apellido por el del esposo de su mamá, con la supresión del apellido de su progenitor de origen, y manteniendo el de su madre biológica. El padre biológico brindó su consentimiento a la adopción por parte del esposo de su ex-mujer. Las declaraciones testimoniales coincidieron en afirmar que desde hace muchos años el joven y el adoptante tienen trato de padre e hijo, que junto con la mujer conformaron una familia y que además el adoptado no tiene ningún tipo de relación con su padre biológico. En la resolución la jueza de Familia, María José Campanella, señaló que “se ha constituido un verdadero vínculo paterno filial, y junto con la madre del joven, han formado realmente un grupo familiar y con afectos manifiestos dignos de ser reconocidos y protegidos”. El adoptado destacó que no tiene interés en conservar algún tipo de vínculo con su padre biológico, ni recibir bienes de su parte en un futuro.