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20:28:40 05/05/2023

Un comercio tuvo que cerrar sus puertas por extorsiones y amenazas

“Nuestro local está cerrado debido a extorsiones y amenazas”, publicó en sus redes sociales la dueña de una casa de pastas del centro. La mujer recibió el viernes pasado un mensaje intimidante por WhatsApp en el que le pidieron una elevada cifra para evitar una potencial balacera no sólo al comercio ubicado en Paraguay al 1246 sino también a su vivienda en la localidad de Funes. Por prevención, cerró las puertas toda la semana y realizó la denuncia.

Alba Fernández aseguró que lo que más la asustó fue la precisión de los datos sobre ella y su hija de 21 años. En la primera comunicación le dijeron que iban a tirarles" balas a todos los que estaban adentro”, por lo que resolvió no abrir el local esta semana para proteger tanto a los empleados como a los clientes. Le exigían 500 mil pesos y en primera instancia fijaron el sábado como fecha límite.

La mujer realizó la denuncia en Funes, donde le aconsejaron que se resguarde hasta que el juez tome cartas en el asunto. Hasta el momento no tuvo novedades y consideró que las guardias esporádicas que hace la Policía tanto en su casa como en el local de pastas no son suficientes.

Conmovida por la situación, Fernández indicó que a su familia le "cambió la vida de un día para el otro. Yo ya quiero volver a trabajar, esto implica una pérdida total y los empleados están a la espera. Obviamente quieren cobrar”. Morano Pastas lleva más de una semana con las persianas bajas y no tiene certeza de cuándo podrán volver a trabajar.

La dueña del comercio no tiene idea de dónde puede provenir la amenaza ni de dónde consiguieron su número. Hasta donde sabe, ningún otro local de la zona fue extorsionado. “Me dicen que me van a seguir hasta abajo de la cama. Me nombraron a mi hija, que dejó de ir a la facultad porque saben dónde estudia. Nos amenazaron con tiros, que iban a romper la chata”, amplió.

Por ahora, no hubo novedades en la causa ni le reforzaron la guardia, pese a su insistencia. “Está todo en la nada, entiendo que la justicia es lenta y que por eso muchos no denuncian”, manifestó. Además, señaló que conoce otros comerciantes que “están pagando para poder trabajar”.

Desde la Asociación Empresaria aseguran que tras el ataque a balazos al supermercado del padre de Antonela Roccuzzo, la esposa de Lionel Messi, que puso a la ciudad en la boca de todo el país y el mundo, habían mermado las amenazas a comerciantes. "Todas las semanas nos enterábamos de algún comerciante que recibía alguna extorsión, independientemente de si se conocía o no", rememoró uno de sus integrantes.

En esa línea, explicó que había amenazas y extorsiones de todo tipo y de diferentes magnitudes. "De un papelito tirado en la vereda a mensajes más graves. El tema no ha terminado, se ve que evidentemente de vez en cuando algo aparece", concluyó.

Lo cierto es que, al igual que las balaceras y los crímenes, las amenazas a los comercios rosarinos siguen sucediendo y los dueños oscilan entre pagarles a los delincuentes o hacer a la denuncia y esperar que la justicia actúe. También son víctimas de este tipo de prácticas viviendas particulares, instituciones públicas y escuelas.