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20:17:54 25/04/2023

Las listas de precios de los electrodomésticos llegan con subas del 12 por ciento

Incertidumbre con el dólar, estancamiento económico, inflación de tres dígitos interanual. Tres componentes que impactan de lleno en el consumo rosarino y arrojan una foto en una película cada vez más dinámica. Hoy, las casas de electrodomésticos están a la espera de lo que vaya a pasar en los próximos meses, con incrementos en los nuevos listados que pasaron del 3 al 6 por ciento a entre el 8 y el 12 por ciento en los productos. Y si bien hay stock aún disponible, el filtro de las importaciones hace que no se sepa que pasará hacia fin de año.

Todo esto configura una antesala compleja para los usuarios. Todavía hay ventas producto del excedente en pesos y la necesidad de deshacerse de ellos con la compra de productos.

En un breve repaso por el rubro de los retails se confirma que si bien existe abastecimiento, los plazos se redujeron y el sector está a la espera de novedades en materia económica. Lo mismo ocurre con otros rubros, donde si se consigue destrabar el ingreso de importaciones, el producto aún no tiene precio al consumidor hasta tanto se estabilice el dólar.

 

Las casas de electrodomésticos locales hacen cálculos y esperan hasta que la situación se aclare. “Tanto comercios como empresas productoras están con máximas alertas por lo que pueda suceder”, indicó Hernán Calatayud para agregar: “En función de experiencias pasadas, tanto los comercios como las industrias están en alerta. Siempre sucedió todo en desencadenamiento inmediato. Una brusca devaluación en nuestro rubro produce un tsunami de precios. En situaciones anteriores recuerdo los casos de Ultracomb, Yelmo, industrias nacionales que se fundieron. Si el comerciante congela el precio, si no puede reponer no puede vender, porque se queda sin patrimonio, es una cadena que también afecta al fabricante. Todos estamos en un máximo estado de vigilia”.

Desde el Centro Comercial Calle San Luis, su titular, Miguel Rucco, define el momento con un diagnóstico similar. “Teniendo en cuenta factores como la pérdida de poder adquisitivo y la caída del consumo en nuestros rubros, este es el octavo año consecutivo de caída de ventas, como comunicamos al cierre del mes de marzo, tuvimos una disminución que llegó al 15% interanual y que en lo que va del mes notamos una profunda recesión en el comercio que genera un estancamiento en la economía real, sumado a la inflación, que genera la devaluación del blue, que influyen directa o indirectamente en muchos de nuestros artículos, producen el peor de los escenarios, la estanflación. No se puede trasladar el 10 al 15 por ciento de aumento para sostener en algo las ventas, no se puede pasar a precio”, indicó.

Desde la Cámara de Supermercadistas, Sergio López también se sumó a la preocupación. “Si bien veníamos recibiendo listas de precios diferentes todas las semanas, eran del 6 a 7 por ciento. Ahora están en el orden del 8 al 12 por ciento, lejos del porcentaje aprobado por la Secretaría de Comercio, que era de 3,2 por ciento. En este contexto, es difícil respetar un acuerdo de precios con esta inestabilidad. A esta creciente inflación se le agrega la movida de tipo cambiario y redunda en el aumento de precios. Nos complica la pandemia, después fue la guerra de Ucrania, luego la sequía y ahora la corrida bancaria. A esto se le acumulan motivos y se arma un cóctel demasiado riesgoso, ya que se pierden ventas. Las estructuras están muy complicadas, y si vendemos y no podemos reponer al mismo precio, estamos también descapitalizando nuestros negocios”, detalló.

El collage de la crítica situación se completa con un poder adquisitivo cada vez menor y un esquema de gastos fijos complicados para el supermercadismo. “A nosotros nos cuesta mucho asumir salarios y gastos. Es una situación compleja porque hasta el momento no vemos que se haya tomado alguna medida”, indicó.

En la actualidad, los faltantes en góndola son los de siempre.

El aceite, sus derivados, al igual que la harina, productos básicos de consumo masivo. Los lácteos tendrán problemas por el impacto de la sequía, con ausencias de referencias de sus derivados.

El pollo y los huevos aumentaron desde febrero de este año al mes pasado entre el 22 al 27 por ciento. Y si se observan productos como las hamburguesas, tuvieron una variación del 130 por ciento interanual.

Si se observa el Índice de Precios al Consumidor (Ipec) en Santa Fe el rubro “equipamiento y mantenimiento del hogar” marzo del 2022 contra marzo pasado tuvo un alza del 109,8 por ciento.

Volviendo al rubro supermercados, se está naturalizando un aumento semanal del 2 al 3 por ciento, con nuevos listados que arrojan un índice mensual en el orden del 10 por ciento. Y el impacto es aún mayor cuando no se tiene cuenta directa como por ejemplo una granja o un supermercado de barrio. Allí los márgenes son ínfimos. Y si bien no hay faltante porque aún persiste la demanda, existe una fuerte caída en las ventas. Ya no son segundas o terceras marcas, sino que se “achicó” el carro. Las líneas de cajas ya acusan recibo que cada consumidor restringe compras.

LP Consulting elaboró una pizarra de incrementos sobre los productos de la canasta básica para ver las variaciones interanuales a marzo de 2023. La papa subió un 262 por ciento, pan 117 por ciento, el azúcar un 203 por ciento, aceite 158 por ciento, fideos un 139 por ciento, huevos 139,5 por ciento y harina 132 por ciento.