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12:28:35 26/03/2023

Insólito: exigen sillas de ruedas flotantes en polideportivos que no cuentan con natatorios

El Concejo Municipal aprobó en los últimos meses la ordenanza Nº 10.443, que impone a los polideportivos municipales contar con sillas de ruedas para el ingreso a piletas tal como ya ocurre con los balnearios. Lo sorprendente es que los ediles incluyeron en la lista de los predios a los que se les ordena cumplir con esta norma a varios que no cuentan con natatorios ni espacio para construirlos.

Es decir que la nueva ordenanza exige sillas de ruedas para el agua e incluso para la arena en espacios donde no hay piletas, como sucede en los polideportivos Parque Yrigoyen, Las Flores y Garzón.

Esta ordenanza fue presentada por la concejala Norma López y modifica la Nº 8.712/10, que es la que establecía la presencia de al menos una silla anfibia en los balnearios públicos, concesionados o no, con acceso al río. Ahora los ediles incorporaron la lista de los polideportivos municipales requiriendo sillas de ruedas especiales sin considerar previamente si el lugar tenía o no pileta.

En el artículo 1, la ordenanza 10.443 indica que “los balnearios públicos con acceso al río, concesionados o no, y los privados contarán entre sus servicios con, al menos, una silla anfibia y una silla arenera para el uso de personas con alguna imposibilidad motriz, permanente o transitoria”.

A renglón seguido, la normativa agrega que “para el caso de las piletas de natación municipales, siendo estas: Estadio Municipal Jorge Newbery, Complejo Deportivo Municipal Emilio A. Lotuf, Polideportivo Deliot, Polideportivo Parque Oeste, Polideportivo Parque Yrigoyen, Polideportivo Parque del Mercado, Polideportivo Balneario del Saladillo, Polideportivo 9 de Julio, Polideportivo Barrio Cristalería, Piletas del Parque Alem, Polideportivo Las Flores, Polideportivo Garzón y Polideportivo 7 de Septiembre, que están incorporadas a las actividades de colonias de vacaciones, se deberá incluir una silla anfibia para acceso autónomo o con asistencia a los natatorios”. Sin embargo, el centro deportivo Yrigoyen, el Las Flores y el Garzón no cuentan con un natatorio que requiera de un acceso especial o un lugar donde utilizar estas sillas.

Una rápida búsqueda en los portales oficiales de los centros recreativos municipales permite ver las instalaciones y las actividades que se realizan en cada uno. Así, el polideportivo Yrigoyen, ubicado en el parque homónimo (Gálvez 647) tiene dos canchas de fútbol reglamentarias, una de baby fútbol, un playón multipropósito, un salón de usos múltiples, oficinas y vestuarios. Si bien promociona colonia de vacaciones para el verano y actividades en la pileta, todas ellas se desarrollan en el Polideportivo Balneario del Saladillo.

Asimismo, el Polideportivo Las Flores, ubicado en Cantú 6990, ofrece gimnasia para adultos, tejo, una ludoteca para los chicos, clases de hockey, fútbol y básquet, pero el predio no cuenta con pileta y, al igual que en el Yrigoyen, en el verano utiliza la pileta del barrio Saladillo.

De igual modo, el polideportivo Garzón, ubicado en la calle homónima a la altura del 351, ofrece todo tipo de actividades que se pueden realizar en el predio, pero ninguna de ellas acuáticas o por el estilo.

La ordenanza luego detalla que el uso de la silla debe ser gratuito y marca la cantidad de horas de utilización por persona. Además, indica que el personal del lugar deberá estar capacitado para la implementación de la silla en el lugar que corresponda y que tendrá que contar con cartelería visible en sistema Braille, junto al tradicional.

En diciembre de 2010 se firmó la primera ordenanza (8.712) donde se exige que en los balnearios haya “al menos una silla anfibia y una silla arenera para el uso de personas con alguna imposibilidad motriz”. Dos años más tarde, en 2013 el balneario La Florida incorporó un sillón anfibio que permite que una persona que no puede desplazarse por sus propios medios se sumerja en aguas del Paraná, igual que el resto de los bañistas.

Se trata de una silla de ruedas adaptada para la inmersión y en su momento fue aportada por los colegios de Médicos y Odontólogos de Rosario.

A su vez, en las piletas del parque Alem también se incorporaron estas sillas y, en febrero de este año, la Municipalidad sumó otras obras de accesibilidad como un elevador para ascenso y descenso del nivel de la vereda al predio parquizado, y una rampa que une el predio con el borde de la pileta, demás de otra que comunica el borde de la pileta auxiliar norte con el agua. También, frente al acceso a las piletas se demarcó y señalizó un espacio exclusivo para ascenso y descenso de personas con discapacidad.

 

Fuente: La Capital