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20:37:42 24/11/2022

Festival de horas extras, agentes que no iban a trabajar y sumarios cajoneados en la Secretaría de Control

La secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, presentó en el Concejo Municipal un pormenorizado detalle de lo que la actual gestión encontró al hacerse cargo del área en 2019. En el escrito se sostiene que se puso en marcha un reordenamiento para optimizar los recursos y se activaron unos 80 sumarios internos, muchos de los cuales habían quedado congelados en el tiempo. Entre ellos, hay 39 casos de investigaciones disciplinarias y 18 por incumplimiento o abandono del servicio. Además, se señaló un festival de horas extra, carga de combustible con la tarjeta oficial en autos particulares y hasta una agente que trabajaba al mismo tiempo en el municipio y la provincia.

Así, se destaca que durante la actual administración muchos de esos sumarios avanzaron a la fase de investigación administrativa y otros están en condiciones de aplicarse medidas disciplinarias. Es más, se remarca que en la gestión del intendente Pablo Javkin ya se produjeron cuatro cesantías en una misma secretaría y siguen su curso varios expedientes por presuntas inconductas. Entre las personas desvinculadas del municipio trascendió que existía una superposición de la empleada por otro cargo que detentaba en la provincia.

El escrito llegó en las últimas horas a manos de los concejales en respuesta a un requerimiento hecho a comienzos de año. Cabe recordar que la actual administración disolvió la Guardia Urbana Municipal (GUM) y en su reemplazo creó la Dirección de Control de Proximidad.

El documento que revela serios desmanejos en lo que fue la GUM llegó al Concejo “ante la necesidad de contar con información a lo planteado en la reunión del 23 de mayo del corriente, donde la secretaria de Control y Convivencia informó acerca de reestructuraciones llevadas a cabo en su área, motivadas por inconsistencias administrativas, según dichos de la propia funcionaria”.

En efecto, en esa reunión habían trascendido varias anomalías: horas extras mal otorgadas, carga de combustible con dineros públicos en coches particulares e irregularidades con el manejo del sistema de acarreo con grúas.

La reunión produjo un fuerte revuelo y una reacción tanto del personal como del sindicato de trabajadores municipales. Es más, en su momento la fachada de la Dirección de Tránsito apareció con una foto de Labayru y la consigna: "persona no grata".

La propia funcionaria indicó en su momento lo que reiteró ahora. Se limitó a decir que sus decisiones fueron para optimizar y distribuir mejor los recursos y derivaron en una reducción de gastos.

El proceso de reconversión, en términos operativos, se inició con el cambio de conducción en la ex GUM en diciembre de 2019. En esa repartición el 40 por ciento del personal operativo se encontraba cumpliendo jornada laboral en el sistema feriante. “Esta distribución dificultaba la operatividad en los servicios ordinarios de lunes a viernes, como así también, durante los fines de semana, ya que se observaba una alta demanda de franquicias por parte del personal feriante. Por otro lado, la política sobre cómo se asignaban las horas extras profundizaba la problemática. La asignación de las mismas no tenía en cuenta el servicio, sino que se realizaba de manera tal de que todos los agentes percibieran la misma cantidad de extras, sin tener en cuenta el grado de ausentismo, ni las necesidades propias de la repartición”, explica el informe.

Además, se destaca que la base operativa del Centro Integrado de Operaciones Rosario (Cior) tenía dos jefes con horarios superpuestos. El redireccionamiento de los agentes municipales y una nueva definición de sus funciones, zonas de cobertura y competencias, logró expandir los inspectores en el territorio. Ahora están en la zona de peatonales, en Alberdi, Tiro Suizo, barrio Hospitales, Echesortu y Pichincha.

Lo mismo con el uso de horas extras. De eventos extraordinarios, calle recreativa, reclamos y rambla Catalunya, se pasó a ampliar notablemente la geografía de cobertura hacia los parques y espacios públicos del macrocentro y a las áreas gastronómicas.

Además, entre los cambios figura una modificación en los sistemas de compras, que logró reducir los insumos. Entre los trascendidos de la polémica reunión de mayo, que provocó el informe que llegó ahora al Concejo, se había hablado de compras excesivas de productos de librería o no justificadas. Y de la carga de combustible con una tarjeta destinada para la flota de coches oficiales, que se habría utilizado para autos particulares.

También en aquella reunión se deslizaron inconsistencias entre los coches acarreados inscriptos en una planilla y los que efectivamente ingresaban al corralón municipal. Lo cierto es que a partir de 2019, los funcionarios empezaron a controlar cada vehículo que ingresaba al corralón, chequeando las patentes en el sistema del corralón y la planilla que comenzaron a llenar quienes conducen las grúas.

“Este proyecto se diseñó tras realizarse un relevamiento de la administración de los recursos, el cual arrojó la distribución disímil de los mismos con dinámicas operativas de las distintas Direcciones, limitando la respuesta de algunas de ellas y generando una permanente dependencia a la disponibilidad de grúas en las otras reparticiones", expresa el informe. Y se agrega: “La respuesta ante la solicitud de vecinos se veía limitada debido a la descoordinación de acciones para abordar estos requerimientos".

Esta planificación individualizada provocó el 65 por ciento de imagen negativa de los usuarios en la aplicación Rosario Responde. Ahora el despacho de grúas está en proceso de centralización.

Como consecuencia de todo este reordenamiento, el expediente cierra con un tema intrigante. “Se procede a detallar la cantidad de investigaciones que se iniciaron frente a diversas inconsistencias administrativas y operativas detectadas por las áreas que conforman la Secretaría de Control y Convivencia durante la presente gestión. Se incorporan también expedientes disciplinarios iniciados en años anteriores; los cuales detectamos que no tenían circulación administrativa desde hace tiempo, para que retomen su curso”.

Allí se detallan 8 expedientes abiertos al personal de Control por incumplimiento u omisiones de índole administrativa. También accidentes con móviles oficiales: 9 expedientes. Y subyace que hay 39 casos de investigaciones disciplinarias. Por violencia de género: 3 expedientes; cesantías: 4 expedientes. Y algo también grave. Por incumplimiento o abandono del servicio se contabilizaron 18 expedientes.

En la actualidad, los sumarios fueron reactivados y están en proceso de investigación administrativa y otros en condiciones de aplicar medidas disciplinarias. Existe un pedido por cesantía. Ya hay 4 aplicadas por la actual gestión municipal. Algo inédito: cuatro en tres años en una misma Secretaría.

Los sumarios transitan entre la Junta Disciplinaria (integrada por la Dirección de Personal y el sindicato de los municipales) y las Direcciones de Asuntos Jurídicos e Investigaciones Administrativas.

Entre las cesantías figuran varias razones. En un caso se produjo fraude al Estado, según explicó la fuente, por superposición horaria en los puestos de trabajo que ocupaba en la provincia y el municipio. Cada apercibimiento, sanción, o días de suspensión, quedan en un legajo que dificulta luego la carrera administrativa.