Se detuvieron las obras de estabilización de las Cascadas del Arroyo Saladillo que habían comenzado en julio. La ministra de Infraestructura de la provincia, Silvina Frana,  intentó dar una explicación sobre una obra que valoró el gobernador Omar Perotti, desde el primer día de su gestión, que había sido reclamada durante muchísimos años por los vecinos del sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez y que ocupa laboralmente a 50 personas solo de manera directa.

La funcionaria optó por hablar de "ralentización" de las obras, porque "Nación decidió modificar su fuente de recursos de Rentas Generales a Fondo Hídrico con el argumento que quedaba más asegurado su financiamiento".

También dijo que se retomarán en el curso de este mes pero no especificó qué día.

Las obras de la primera de dos etapas para frenar el retroceso de la caída de agua arrancaron en julio de este año. La provincia proyectó ejecutar estas obras hidráulicas con financiamiento de Nación.

El plan incluye dos etapas: la primera prevé el reacondicionamiento estructural del puente Molino Blanco y la protección de la cascada con pilotes y vigas transversales para detener el retroceso de la caída de agua; la segunda consiste en la ejecución de una pantalla de hormigón armado para contener el avance de la cascada.

La iniciativa cuenta con una inversión que supera los 3.000 millones de pesos y que se reajustaría al compás de la inflación. Además prevé un plazo de ejecución de unos 8 meses.

El plan integral es el de recuperar el Parque Regional Sur y su potencial turístico y evitar que se siga moviendo la cascada aguas arriba, a 180 metros del puente Molino Blanco que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez.