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16:47:51 09/05/2022

Aseguran que "nadie quiere velar a los pobres" con el convenio gratuito de sepelio municipal

Julio Elías Sosa, de familia muy humilde y sin obra social, tenía 36 años y se suicidó este fin de semana. Su familia consternada quiso acudir al servicio fúnebre gratuito del municipio, pero desde una casa de sepelios del macrocentro le pusieron excusas.

Oyeron decir que "el municipio no paga el servicio" y que "por protocolo Covid solo podemos trasladar al cementerio". Aunque les aclararon que les podrían realizar la asistencia si les pagaban 120 mil pesos.

Familiares y amigos emprendieron una colecta, pero antes expresaron su reclamo a la militante y ex subsecretaria de Niñez de la provincia, Alejandra Fedele, quien aseguró: "Nadie quiere velar a los muertos de los pobres". E inmediatamente después preguntó: "¿por qué el municipio no abre de una buena vez una sala mortuoria para que todos puedan dar una sepultura digna a sus afectos?".

Fedele dijo que esta penosa situación ya fue vivida por varias familias humildes en más de una oportunidad. Explicó que los familiares y amigos del o la fallecida lo primero que hacen es acudir al Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) y allí les informan qué casa de sepelios les toca, lugar donde arranca "un ir y venir de la gente como bola sin manija".

Lo que cubre el servicio se lee en la página oficial del municipio. "Solicitar servicio fúnebre gratuito. Accedé a un ataúd, capilla velatoria en el domicilio de la persona fallecida, furgón para traslado y sepultura en el Cementerio La Piedad por 2 años", se indica, además de los requisitos que se deben presentar para que sea otorgado el pedido.

El servicio público de sepelio depende de la secretaría de Ambiente y Espacio Público y de la dirección de Defunciones y Cementerios, que funciona en Ovidio Lagos 1840, de lunes a viernes de 7.30 a 12 y con guardias mínimas el fin de semana.

En promedio se realizan unos 70 sepelios por mes (más en invierno que en verano).

El responsable de la dirección, Fernando Fagoaga aseguró que "esta gestión está al día con el pago del servicio, que se puede llegar a efectivizar en no más de 90 o 120 días, por lo tanto ninguna empresa incluida en este convenio puede negarse a brindar lo que se le brinda a todo ciudadano sin recursos económicos, es una falta total de humanidad lo que están haciendo".

El funcionario dijo que se apela a que el SIES dé la primera información porque es la repartición que trabaja las 24 horas. "En caso de negarse a brindar el servicio o a querer cobrar por vía privada, sé que es engorroso en un momento difícil, pero deben contactarse con nosotros en la dirección", dijo Fagoaga, antes de brindar los teléfonos para comunicarse: 4802755 o 4802740.

Para Fedele, si las familias pagan los 120 mil pesos que les piden las empresas "no hay Covid que valga: el traslado se realiza igual".

La militante social dijo además que como nunca estuvo cubierta la casa mortuoria, la gente vela a sus muertos en su casa, en una capilla del barrio o vecinal, "porque no tiene dinero para otra cosa".

Pero, asegura que desde hace un tiempo "la gente en estado de dolor va de acá para allá: siempre termino hablando con los funcionarios y las cosas se van resolviendo, pero el tema es que el Estado paga un servicio a las cocherías y las empresas no cumplen".

Al testimonio de Fedele lo respaldó una tía de Sosa.

Julio era un joven limpiavidrios que trabajaba en la zona del Casino, criado en zona sudeste, en Villa Tranquila. Tras formar pareja con una joven se había mudado a Las Flores Oeste, padecía serios problemas de consumo y supuestamente ese escenario y las carencias económicas lo empujaron a la decisión de quitarse la vida.

Su tía solo dijo que desde el mediodía estaba la familia "conmovida" y "dando vueltas, de acá para allá".

"Ahora la hermana de Julio, Karen, anda haciendo los papeles para velar a su hermano y no puede atender el teléfono", se excusó la mujer. Agregó que querían velar a su sobrino en su casa pero no los dejaron "por el tema del Covid: sí o sí debe ser en una casa de sepelios por eso mientras la hermana va de la morgue al Sies y a la casa mortuoria, nosotros hacemos la colecta".

Para Fedele la situación es crítica. "Por un lado la gente no sabe cuáles son sus derechos y por otro les dicen cualquier cosa: que son las restricciones de la pandemia o que la Municipalidad no está pagando el servicio a las empresas. Mientras la gente hace colectas de dinero que no tiene y vela a sus muertos en la cocina de su casa o pide un espacio prestado en el barrio".

A las 13 de este lunes, finalmente, y un día después de semejante derrotero, la mamá de Julio confirmó: "Lo velamos en una capillita del cementerio de Gálvez, fue el único lugar donde hoy lo despedimos desde las 9 a las 11. Recién llegamos a casa".

Cabe aclarar que ese cementerio no figura entre los dos públicos y gratuitos del servicio, que son El Salvador y La Piedad.