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19:28:43 05/05/2022

El municipio otorgó una licencia de 105 días a una madre no gestante de mellizos

Ante el vacío legal, el municipio de Rosario atendió nuevamente el caso de una licencia posparto particular para una empleada que se unió a una pareja del mismo sexo y juntas tuvieron mellizos. A Rocío Rabughini, una enfermera de 31 años, trabajadora de la terapia intensiva del Hospital Vilela, se le otorgó una licencia por maternidad de 105 días, porque se negó a aceptar sólo los dos días hábiles que les corresponden a los varones por "paternidad", figura que encima se denomina tristemente "inasistencia justificada".

"No seré padre, seré madre junto a mi compañera, que es quien está embarazada", dijo Rocío cuando comenzó el trámite el año pasado porque Victoria Avendaño, la mujer con quien está unida convivencialmente, también de 31 años y empleada administrativa de una multinacional, había quedado embarazada tras una técnica de reproducción asistida.

En esos momentos no sabían si obtendrían o no el permiso para criar por igual, una como gestante y otra como no gestante, a Dante, el más pequeño, inquieto y llorón de los dos hijos y a Ema, la más paciente y dormilona, al decir de sus madres.

Finalmente el chiquito y la chiquita nacieron el 5 de febrero pasado, sanos y por cesárea en el Hospital Español. Veinte días después del nacimiento de ambos Rocío se enteró que podía gozar de la licencia que pidió: 105 días corresponden a los tradicionales 90 por maternidad y 15 más por parto múltiple, un antecedente que acompaña los derechos de personas LGTBI, en consonancia con la ley de matrimonio igualitario y la de identidad de genero.

Ahora, entre listados estrictos de quien tomó la teta y quien no, cambio de pañales, llantos, "upas" y falta de sueño, ambas madres contaron lo que Rocío consiguió tras reclamar un derecho.

"Debería ser así también para los padres: la organización y el cuidado de los hijos no puede caer solo en una de las partes de la pareja, ambas conseguimos la misma licencia y en este caso se agregaron días por ser un parto múltiple, yo soy enfermera en un hospital de niños, sé sostenerlos y cuidarlos, pero cuando los hijos son tuyos se te queman todos los papeles: no es fácil", señaló Rocío.

Su reflexión en torno a los padres va a tono con la promesa de poner en marcha el Sistema Nacional Integral de Políticas de Cuidado (SINCA) que hizo el presidente Alberto Fernández durante la apertura de sesiones en el Congreso, en marzo.

"No seré padre, seré madre". Así fue el planteo que Rocío transmitió en el hospital y en todas las reparticiones municipales donde fue a pedir más días de licencia posparto para poder cuidar a sus hijos al igual que su pareja.

"Si sos madre adoptiva se prevén tres meses de licencia pero si sos madre no gestante te consideran 'padre' y te dan dos días: no es justo bajo ningún punto de vista; para cuidar a un bebé, más a mellizos, dos días no son nada. Ni para una madre ni para un padre quien debería compartir el cuidado con quien gestó", dijo Rocío, quien trabaja entre 6 y 12 horas como enfermera, mientras Vicky, tal como la llama su pareja, trabaja 9 horas diarias.

Cuando se les termine la licencia, ya tienen previsto cruzar horarios para poder estar ambas con los chicos "lo más posible": Victoria hará jornadas matinales de 8 a 12 y Rocío, vespertinas desde las 18 a las 6 de la madrugada.

"Pero ahora en el comienzo debemos estar las dos: estamos tan contentas como cansadas", dice la mujer encargada de hacer el cambio de bebés para que su pareja los alimente y la de anotar los "turnos de teta".

"Es que una madrugada, estábamos tan cansadas y en la oscuridad, que cometimos el error de alimentar a uno solo".

Rocío nació en la localidad de Las Rosas, y Vicky, se crió en Fisherton. Están juntas hace seis años, no se casaron ni piensan hacerlo por ahora. Dicen que nunca discutieron quién iba a llevar adelante el embarazo. "Para Vicky era un deseo y se cumplió", contó Rocío.

Acudieron a un banco de esperma y eligieron la opción de donante anónimo (la identidad es reservada y solo la puede develar el pedido de un juez en caso que, por ejemplo, el o los hijos necesiten un trasplante de médula ósea).

"No somos un ejemplo, ya que Vicky quedó embarazada en el primer intento: a los quince días de la estimulación ya sabíamos que había dos embriones. Estuvo muy bien, muy panzona: aumentó 27 kilos, y tuvo un pico de hipertensión tras romper bolsa, por eso fue a cesárea. Yo la acompañé en todo el preparto", dice la madre no gestante de Emma, quien pesó 2.750 kilos y de Dante, que apenas alcanzó los 2.250 kilos y estuvo unos cinco días en neonatología.

"Ahora se está tomando revancha: está todo el día pidiendo teta y teta", se ríe Rocío al referirse a su hijo.

Ambas madres aseguran que sus familias las acompañaron en todo el proceso sin miramientos. "Estos bebés hicieron un desastre de amor", asegura Rocío quien al igual que Victoria desean solo que sus hijos "sean felices".

"Si alguno de los dos cuando sea adolescente descubre que es heterosexual, no sufrirá como yo, lo acompañaremos, pero además por suerte las cosas van cambiando, cuando crezcan no serán los únicos que tendrán este tipo de familia", ilusionó Victoria.

Además rescataron otros dos apoyos con los que contaron en el pre parto. El de la Secretaría de Género y Derechos Humanos del municipio, a cargo de Mariana Caminotti y el acompañamiento de la abogada que contrataron de manera particular, Carmen Maidagan.

"En la Secretaría nos asesoraron sobre nuestros derechos, ya que desconocíamos muchas cuestiones, es un tema complejo cuando todo es tan nuevo y hay tanto vacío legal", dijo Rocío.

La abogada de ambas no dudó al decir que los varones también deberían pelear este derecho de crianza y cuidado.

"Ellas en una nota plantearon claramente su decisión de ser madres, dijo Maidagan, pero no hay norma específica al respecto. Rocío no es varón, no estaba adoptando, es madre de acuerdo al nuevo Código Civil y Comercial que garantiza la igualdad de derechos y obligaciones de los progenitores. Es importante este caso porque los niños lograron estar acompañados por sus dos madres".

En la carta que redactaron estas madres con el patrocinio de su abogada se lee, que Rocío solicita licencia por maternidad "teniendo en cuenta que ni en la legislación que rige las licencias ley provincial 9256, ni en el estatuto del personal municipal se encuentra prevista la licencia de la madre no gestante, ya que únicamente se regula la licencia por maternidad para la mujer gestante, o licencia para la mujer por adopción de uno o más niños menores de 7 años".

La empleada municipal alude al art. 29 de la ley de régimen de licencias, justificaciones y franquicias para el personal de las municipalidades y comunas de la provincia de Santa Fe y resalta que la legislación quedó "desactualizada" con el actual concepto de familia.

"Nuestra legislación prevé el matrimonio igualitario y las uniones convivenciales de personas del mismo o distinto sexo, asimismo y en protección de niñas y niños las obligaciones y responsabilidad parental es igual para ambos progenitores, protegiéndose en base a la normas internacionales de derechos humanos a toda familia, sin realizar distingos por su constitución. Sin perjuicio del derecho a la licencia de la suscripta, también debe tenerse en miras el derecho y la protección de mis hijes por nacer a ser criados y cuidados por ambas madres y la ayuda necesaria que nos daremos en nuestro proyecto de familia en la difícil tarea de criar a dos niñes al mismo tiempo, por motivo del embarazo múltiple", expresaron con lenguaje inclusivo en el documento.

Y con lenguaje jurídico amplió su expresión coloquial de "no soy padre" al decir: "Tampoco correspondería que se pretenda equipararme con la situación, penosa y discriminatoria de la paternidad que en violación al principio de igualdad, al derecho a la familia y al derecho de les niñes se les concede simplemente una justificación de 2 días de trabajo. Ello fundado en una situación de familia estereotipada en los cánones patriarcales de madre dedicada a los hijos y al hogar y padre proveedor económico, lo cual debe ser urgentemente superado".

Rocío finaliza pidiendo que en su condición de mujer y a fin de evitar un acto de discriminación y garantizar el derecho a la familia y los derechos de sus hijos se le otorgue la licencia. Lo logró y por lo que se oye y ve, para bien de los cuatro integrantes de la familia.

El caso de Rocío es el segundo referido a un nuevo tipo de licencia posparto que atiende el municipio tras el reclamo de trabajadores de un mismo sexo.

 

Fuente: La Capital