Alejandra “Locomotora” Oliveras, campeona mundial peso supergallo de la WBC, hizo una confesión que erizó la piel de las redes sociales. La deportista, que fue candidata a diputada nacional por el Partido Unite, contó el difícil momento que le tocó vivir antes de viajar a México para combatir por la corona mundial.

“Diez días antes de irme a México a pelear por el título del mundo, encontré a mi marido en la cama con mi propia hermana”, contó Oliveras en Radio Urbana. El 20 de mayo de 2006 había conseguido el título máximo de peso supergallo de la WBC en México, luego de vencer por nockout a Jackie Nava.

“Me fui con el corazón destrozado, creo que me vengué con Jackie Nava por lo que me había pasado”, admitió Oliveras, quien adelantó que el incidente formará parte de la serie que la plataforma de streaming Amazon estaría produciendo acerca de la historia de su vida.

“Me quería morir, fue una puñalada por la espalda. Para no llorar, entrenaba, porque sentía que no podía suspender el sueño de mi vida”, admitió la boxeadora, y siguió: “Demoré como un año en estabilizarme, en recuperarme. En ese momento él era el amor de mi vida. Que te traicionen de esa manera duele hasta los huesos”.

“Yo sabía que iba a ganar porque nadie entrenaba como yo: hacía 10 horas por día, de lunes a lunes”, aseguró Oliveras, quien aseguró que “el boxeo y deporte” le curaron la angustia, pese a que reconoció que la vida de una campeona del mundo o de un deportista de alto rendimiento es muy dura: "Hace 22 años que no tomo alcohol ni como una papa frita”.

“Dormía en un colchón en el suelo y trabajaba en cinco gimnasios para darle de comer a mis hijos”, contó al recordar sus comienzos en el deporte. “Los golpes de la vida son peores que los del ring, porque no los esperás. La pelea más dura es la vida, es levantarte todos los días y decir ‘no voy a aflojar’”, concluyó.