Comerciantes nucleados en Cámara de Kiosqueros de Rosario volvieron a la carga con un proyecto que presentaron en el Concejo Municipal el año pasado, a través de la edila Marina Magnani (Todos Hacemos Rosario), para regular las habilitaciones de grandes cadenas y franquicias del rubro en la ciudad. El mismo busca limitar la apertura de kioskos cuyos locales superen los 16 m2, exigiendo que mantengan una distancia de por lo menos 300 metros entre uno y otro.

Advierten que este tipo de comercios, instalados principalmente en la zona céntrica, suponen una competencia desleal por quedarse con la mayor parte del stock de las principales empresas alimenticias y de bebidas y por tener la capacidad de fijar precios más competitivos al público. 

Si bien la iniciativa quedó frenada, este año la reactivaron ante la preocupación que genera en los pequeños comerciantes la proliferación de estas grandes marcas que hoy llegan a tener locales a menos de una cuadra de distancia. En este sentido, Magnani viene de reunirse con los dueños de una de las dos cadenas que están hoy bajo la mira. Se trata de Multishop que posee alrededor de 25 sucursales en la ciudad.

"La gente de Multishop nos dice que también son un emprendimiento familiar, una pareja que empezó con unos pocos locales y que logró expandirse con un plan de negocios. Lo que plantean es que falta una mayor profesionalización dentro del rubro y sugieren que desde el municipio se den capacitaciones", indicó Magnani, quien contó que ya entró en comunicación con Juan Marcos Aviano, secretario de Comercio Interior de Santa Fe para pensar en un programa para el sector.

La otra cadena que está bajo la lupa es Market Ya, que además de copar el centro, se expandió hacia Puerto Norte con la intención de seguir creciendo en nuevas zonas. En sus locales pueden encontrarse gran variedad de productos alimenticios y de limpieza, habiendo generado alianzas con otras marcas para vender su mercadería y ofrecer gran cantidad de opciones al público.

El proyecto presentado por Magnani plantea como eje principal que a partir de los 16 m2 de superficie, estos multirubros (ya que el rubro kiosko no existe como tal) tengan que respetar por lo menos 300 metros de distancia con otro comercio de las mismas características.

"Si vos vas a instalarte en Laprida y Pellegrini con un negocio que supere este tamaño, el local va a tener que estar ubicado a por lo menos tres cuadras de otro cuyas dimensiones también lo superen. Esto se hace pensando en que si hay un emprendimiento familiar, no se le elimine la posibilidad de venta y tenga un radio de acción sin quedar rodeado por esas cadenas", indicó la concejala.

No es ajena la cuestión de que las grandes cadenas kioskos representan un contribuyente importante por lo que tributan de Ingresos Brutos a la provincia y de DREI a la Municipalidad, haciendo que su capacidad de incidencia política sea mayor para con las autoridades.

Siguiendo esta línea, la concejala sostuvo que "siempre es difícil generar consensos" con proyectos que buscan regular la actividad comercial. Sin embargo, destacó que  hay voluntad política de avanzar con su tratamiento de parte de distintos bloques que hoy conforman el Concejo.

Una de las que dio su visto bueno, según Magnani, es la concejala radical del bloque de Juntos por el Cambio, Daniela León, que tiene en su espalda la ordenanza Grido, la cual fue aprobada en el año 2010 y fijó que la famosa marca pueda tener un máximo de locales que no supere el 10% de la totalidad de comercios habilitados por el Municipio para la venta de helados.