En el marco del anuncio hecho por la intendencia sobre el envío de un proyecto de ordenanza para el control financiero de inversiones en Rosario, la edila de Iniciativa Popular aseguró que “si queremos bajar los niveles de violencia en la ciudad se debe controlar el origen de las grandes inversiones”.

Gigliani recordó que “hace tiempo que pedimos por un control más minucioso del municipio sobre los grandes emprendimientos comerciales, sobre todo en aquellos rubros utilizados con frecuencia para el lavado de activos”. Agregó que “desde el año 2016 que intentamos que el Concejo Municipal se expida en una actualización de la ordenanza vigente. Debemos garantizar de manera más eficaz y eficiente la transparencia y trazabilidad de las inversiones que se hacen en la ciudad”.

Si bien el organismo con competencia directa es la Unidad de Información Financiera (UIF), y debería mejorar su accionar, Gigliani explicó que “hay una información de cercanía con la que cuenta el municipio al ser quien habilita los emprendimientos y otorga los permisos de edificación que obliga al Ejecutivo a mejorar el control sobre las inversiones”.

En abril del año pasado, el propio Ministro de Seguridad de la provincia, Jorge Lagna, dijo en su visita al Concejo que “había que secarle los bolsillos a los grandes lavadores de dinero del narcotráfico”. Para Gigliani, el rol del municipio debe ser más activo. “Si queremos disminuir los niveles de violencia, debemos controlar el origen de los fondos que llegan a través de inversiones para la ciudad”, describió.

La concejala de Iniciativa Popular propuso ampliar la Ordenanza 9204/14 e incorporar al sistema de control, emprendimientos como playas de estacionamiento, guarderías náuticas, hostels, hoteles y alojamientos transitorios para turistas. “Desde el año 2016 hemos presentado iniciativas que van en ese sentido. Es fundamental alentar y generar la llegada de inversiones, pero igual de importante es que el origen de las mismas provenga de actividades lícitas”, amplió Gigliani.

Y cerró “hoy la ordenanza sólo habla de control sobre las inversiones de propiedad horizontal, dejando afuera a los fideicomisos, que hoy es la figura más usual con la que se construye en Rosario”.