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10:02:24 11/01/2022

Crece el ausentismo por Covid y los empresarios presionan al gobierno nacional

La ola de coronavirus tiene alto impacto en la actividad de empresas y comercios en todo el país y los empresarios hacen llegar sus quejas al gobierno nacional, pidiendo que revise la normativa sobre casos positivos y contactos estrechos, dado que muchas están quedándose sin personal y no pueden, por las características de su sector, recurrir al teletrabajo. Según la Unión Industrial Argentina (UIA), Cgera y otras cámaras, el ausentismo por causa del Covid oscila entre el 20% y el 50% según la actividad y el tipo de empresa y de establecimiento.

La caída de la actividad podría imponerse por los hechos y no por decisiones del gobierno. La presencia de Carla Vizzotti, la ministra de Salud, en un encuentro que mantuvo el ministro Martín Guzmán con empresarios y sindicalistas la semana pasada, buscó llevar calma al sector productivo ante el avance de la tercera ola. Según contaron algunos de los presentes, Guzmán quiso garantizarles a los industriales que la estrategia de salud y la actividad están yendo de la mano y no se están evaluando cierres que vuelvan a paralizar la economía.

Sin embargo, el freno se está convirtiendo en una amenaza concreta para fábricas, comercios, empresas grandes y chicas, sin importar las decisiones de las autoridades sanitarias. La variante Omicron está comenzando a poner en jaque las líneas de producción y la atención a los clientes por el ausentismo del personal.

La Unión Industrial Argentina (UIA) señala alarmada que el ausentismo está rondando el 20%. No solo se debe a los contagios, sino también a las pautas de aislamiento para los casos de “contactos estrechos”. “Hoy hay mucho presunto sospechoso. Hay que acortar el período, no son suficientes cinco días de aislamiento porque es una semana entera de trabajo" se quejó Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA. "Tras la autorización de los autotests, estamos pidiendo que se nos faculte a realizarlos en los ámbitos de trabajo”, agregó.

Para algunos sectores, la situación no es grave aún debido a que se superpone con las vacaciones. En ciertos casos, se conjuga favorablemente con frenos en la producción para el mantenimiento de las plantas. Las alertas se agravarían en las próximas semanas con la vuelta a la normalidad laboral, cuando los stocks de enero bajen a niveles críticos. “Si se mantiene el nivel de los últimos días, en las próximas semanas vamos a tener problemas. Estaremos en riesgo de interrupciones de líneas de producción o demoras, que ya están ocurriendo, pero todavía no impactarán en el consumo”, agregó Funes de Rioja.

De acuerdo con el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, hay empresas que están registrando ausentismos de hasta 50%. Por ejemplo, cuatro de cada 10 empleados de Acerías Berisso, una fundición de metales de la provincia de Buenos Aires, no están yendo a la planta. El grupo NH, instalado en el conurbano bonaerense, cerró oficialmente sus puertas por la cantidad de faltas.

La situación más crítica se da en las empresas de consumo masivo. Las plantas trabajan 24 horas y las máquinas no pueden detenerse. “Si continúa como viene creciendo, en los próximos 15 a 20 días va a faltar mercadería porque las fábricas tienen que cerrar. Nos quedamos sin gente porque los contactos estrechos se dan permanentemente. Vamos a pasar a un período de incertidumbre porque van a estar todos contagiados”, alertó Rosato, quien pidió la semana pasada generar un comité de crisis junto con el gobierno, empresarios y sindicatos para evaluar y tomar acciones.

“Los costos se incrementarán y traerá problemas en la producción, si es que no generamos una acción preventiva que acompañe los protocolos implementados”, afirmó. Además, señaló que “la ausencia laboral por presuntos contagios es multiplicador y las ART no lo consideran dentro de la cobertura de salud”.

En el transporte,  las empresas de logística están buscando evitar focos internos de contagio en los galpones y para ello deben reorganizar situaciones de riesgo de contagio, como almuerzos y descansos. Según Roberto Rivera, director ejecutivo de Fadeeac, se considera volver a un esquema de “clusters” en el que hay rotación completa de personal cada cinco días. Por otro lado, el problema más crítico ocurre en el transporte de cargas. “La merma en la capacidad laboral existe. No llegamos al promedio de 20% de ausentismo porque los choferes se cuidan mucho, particularmente los que no están en relación de dependencia, porque el que se queda en la casa aislado no cobra. Hay preocupación, tenemos que estar alertas. Vamos a tener que restringir transportes”, explicó.

En otros rubros, como la venta de ropa, el golpe es muy fuerte. “Es un caos total. Está afectando a los talleres de costura para la producción de las próximas temporadas, y en los locales de ropa, en la atención de los vendedores”, se lamenta Claudio Dreschler, presidente de la Cámara de Indumentaria.

En el sector de servicios gastronómicos la alarma es doble. “Nos vimos sumamente afectados no sólo por la baja de los empleados, sino porque cuando estábamos empezando a repuntar (de la pandemia y cuarentena de 2020/21) la gente empezó a aislarse”, contó Maximiliano Zecca, propietario de la cervecería porteña 1825.

Adicionalmente, crece la preocupación en las empresas por dos problemas adicionales. En primer lugar, por el personal que alega ser contacto estrecho sin posibilidad de controlar fehacientemente si es cierto. Un empresario que pidió reserva de su nombre contó que hay empleados que se reincorporan de un aislamiento preventivo, van a trabajar un día y el siguiente vuelven a reportar un contacto estrecho.

En segundo lugar, el personal de vacaciones que reporta estar contagiado provoca una suspensión en su período y pasan a estar cubiertos por enfermedad, por lo que deben reintegrarles días de descanso en el futuro fuera de los cronogramas preestablecidos por las empresas, alargando el tiempo fuera de su puesto. “La mayoría de las empresas está de vacaciones ahora, con lo cual aún no se ve impacto en la producción. Pero sí en los aspectos organizacionales, por ejemplo, si las vacaciones quedan suspendidas por contacto estrecho (no se contabilizan los días como vacaciones) o no se contabiliza solamente con confirmación de caso positivo”, explicaron en la Asociación de Fábricas de Autopartes. Lo mismo ocurre en la industria electrónica.