Los tres choferes del micro de larga distancia que la semana pasada dieron positivo de narcolemia y desataron un escándalo en la Terminal de Ómnibus porque estaban por partir con egresados de séptimo grado dieron negativo en las tres contrapruebas que les realizaron. Es más, dos de ellos habían mascado coca (es legal), algo muy utilizado en el norte del país; y el tercero había tomado un té de coca.

Así lo confirmó este miércoles la delegación local de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), que remarcó que ninguno de los conductores dio positivo de cocaína en sangre.

En su momento, el funcionario a cargo de la CNRT, Lautaro Ciarroca, había llamado a la prudencia y a esperar el resultado de las contrapruebas correspondientes. Ahora, y con estos resultados, todos los choferes volvieron a sus puestos de trabajo.

Cabe recordar que los padres de alumnos de tres colegios rosarinos que emprendían viaje de egresados a Carlos Paz fueron quienes solicitaron a los agentes municipales el control, y al dar positivo habían desatado la ira y generado hasta un piquete al ingreso de la Terminal de Ómnibus.

Todo sucedió el pasado 12 de diciembre, cuando tres choferes que debían salir de la estación de colectivos con contingentes de estudiantes dieron positivo en el control de narcolemia solicitado por los propios padres a la Municipalidad.

Tras la indignación y las quejas en la dársena de la estación de colectivos, el director provincial de la CNRT, Lautaro Ciarroca, instó a esperar la contraprueba de laboratorio. “A veces pasa que muchos mascan coca en el norte días antes y cuando se les hace la prueba les da positivo”, mencionó para indicar que “hasta tanto no se sepa si hay cocaína en sangre o no, hay que ser prudentes”.

Y así se confirmó ahora, ya que a las oficinas llegaron las contrapruebas de laboratorio que demuestran que los conductores no tenían cocaína en sangre.

El episodio causó indignación de los padres y los recambios de choferes tampoco ayudaron. Finalmente de la madrugada planeada para viajar a la localidad turística cordobesa, los chicos terminaron saliendo hacia el mediodía de aquel domingo.

El contingente debía salir a las 4.30, pero para la media mañana había confusión. A las 10, y con el tercer caso positivo, el malestar se tradujo en una suerte de piquete de los padres en la Terminal para impedir la salida de micros y así llamar la atención de la empresa para acelerar los tiempos de partida.

La bronca desencadenó en tensión. Hubo una rotura de ventanilla y hasta se tuvo que destacar presencia policial entre las dársenas. Incluso se hizo presente el titular de la terminal, Héctor Peiró, para intentar calmar los ánimos. Todo se estiró hasta el mediodía, cuando estuvieron dadas las condiciones para partir.

Pero transcurrido el tiempo, las sospechas de Ciarroca se hicieron realidad. “Es realmente llamativo tantos positivos en un lapso tan corto. Quizás dan positivo y habían mascado coca. Por eso hay que esperar la contraprueba de los choferes y uno supone que se la irán a hacer. Sabemos de camioneros y colectiveros que mascan coca en el norte y les da positivo. Acá lo importante es saber si alguno tenía cocaína en sangre o es por mascar coca”, había dicho ese mismo domingo.

Igualmente, la CNRT apartó a los infractores y les quitó las licencias a los tres conductores detectados por el narcolímetro y se inició un proceso de sanción a la empresa. Ahora todo vuelve a foja cero.