Con el Paraná en 13 centímetros por debajo del cero en el hidrómetro del Puerto de Rosario, las consecuencias de la bajante se hacen sentir en el suministro de agua potable. Si bien la extracción de agua del río demanda más esfuerzo para lograrlo en cantidad suficiente, desde el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) aclararon que se reforzaron los controles de calidad y que el agua que sale de las canillas de las viviendas en la ciudad mantiene las condiciones de salubridad adecuadas. De todos modos, recomiendan incrementar la higiene de tanques y cisternas en los edificios de propiedad horizontal.

“El agua de Rosario es completamente apta para el consumo humano”, subrayó Anahí Rodríguez, directora del ente que tiene a su cargo el control del servicio brindado por Aguas Santafesinas S.A (Assa) en quince localidades de la provincia.

El histórico descenso del Paraná (que lleva tres meses con aguas por debajo de un metro en el puerto local, cuando su altura normal es de tres metros) no sólo cambió drásticamente el paisaje costero sino que introdujo modificaciones en la calidad del agua del caudaloso río marrón. Ya en diciembre pasado, investigadores del Conicet habían advertido sobre el aumento de la concentración de sólidos en suspensión o el desarrollo de floraciones de cianobacterias.

Y si bien el agua ingresa más turbia y con mayor concentración de sedimentos a la toma de la planta de potabilización, cuando accede a la red de distribución lo hace tan incolora e insípida como siempre; de acuerdo a los análisis de laboratorio del Enress.

“Puede ser que el agua del río, al tener menor caudal, tenga una mayor concentración de sedimentos, pero esto se compensa con el proceso de potabilización”, explicó la directora del organismo.

El agua potable pasa por numerosos controles de calidad. Los laboratorios de Assa realizan un monitoreo diario que debido a la bajante del río se ha reforzado. También el Enress analiza a diario por lo menos cuatro muestras en las tomas de salida del agua de la planta, además de muestras de distintos puntos de la red.

“Hacemos controles de calidad de agua diariamente y no los interrumpimos durante la pandemia. En este momento nuestros análisis de control de calidad en Rosario están en el marco de los parámetros legales. No estamos observando problemas de calidad de agua en la ciudad”, explicó Rodríguez.

En los laboratorios se analiza el olor, sabor, color, salinidad y presencia de bacterias o metales en las muestras. Y hasta ahora todos estos parámetros se mostraron normales. “El agua tiene la misma calidad que antes de la bajante”, aseguró la funcionaria.

La directora del organismo destacó que en lo que va del mes no se recibieron consultas sobre la calidad del agua. “Se han comunicado para advertirnos por cuestiones de presión del servicio, pero no por problemas con la salubridad del suministro”, aseguró.

De todas formas, reconoció que tanto la calidad como la cantidad de agua potable son temas de preocupación mientras se extienda la bajante.

Para esto, están recomendando “permanentemente” que en los edificios de propiedad horizontal se limpien semestralmente tanques y cisternas de agua, “para que se conserve la calidad de lo que se consume”, ya que muchas veces cuando se producen reparaciones puede encontrarse arenilla en la red.

Y al mismo tiempo insisten en el uso racional del recurso. Rodríguez destacó que “estamos acostumbrados a consumir por día mucho más agua que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Por eso es necesario, hoy más que nunca, hacer un uso racional y solidario del agua”. Un tema fundamental, no sólo en épocas de bajantes extraordinarias.

El Instituto Nacional del Agua renovó su alerta por la bajante del Paraná. Señaló que “prevalece una tendencia descendente en todas las secciones del río Paraná en territorio argentino”. El informe destaca que este escenario “continuará predominando en los próximos tres meses”. En cuanto a las alturas esperadas en el puerto de Rosario, de acuerdo a distintos escenarios planteados por el organismo, los valores por debajo de cero se mantendrán hasta fin de año.

Fuente: La Capital