El presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Omar Tabbaco, consideró que las escuelas deberían volver a abrir a partir del lunes en forma gradual en Rosario y en gran parte de la provincia de Santa Fe ya que los índices sanitarios lo permitirían. Además, reveló que durante el período de aislamiento se registró un incremento de consultas de niños y adolescentes con trastornos alimenticios como bulimia, anorexia y obesidad.

Este viernes vencen las restricciones que se impusieron en el último decreto nacional y a las que adhirió la provincia de Santa Fe y se espera que entre el viernes y el sábado haya novedades sobre el regreso a las clases presenciales en los niveles primarios y secundario.

El médico opinó sobre si están dadas las condiciones para que los niños y niñas puedan volver a las escuelas aunque sea en forma progresiva y al respecto indicó que "siempre proponemos la presencialidad porque sabemos las consecuencias de la falta de clases. La carga de enfermedad tanto en lo emocional como en lo físico que generó un encierro tan prolongado lo conocemos muy bien”, dijo Tabacco.

Y en ese sentido agregó: “Estamos trabajando con las autoridades en la generación de protocolos para volver a la presencialidad y buscando un aula segura. Claramente el aula es un lugar seguro. No es un lugar de contagio. Trabajar con chicos no es de riesgo, porque no son súper transmisores. La escuela es segura”.

“La circulación viral comunitaria, que es lo que se toma como parámetros epidemiológicos, venía bien. Este viernes veremos las cifras, pero viendo tanta circulación de personas que hay, tantas actividades que reabrieron, me parece que la escuela tiene que volver a abrir. Nosotros proclamamos que las escuelas son lo primero que se abre y lo último que se cierra. Esperamos que el lunes estén abiertas”, manifestó Tabbaco.

También se refirió a la llegada del invierno y a la necesidad de mantener las aulas y otros lugares abiertos para favorecer la ventilación para evitar la propagación del virus. “En este momento del año, la necesidad de ventilación es la más complicada de realizar. Pero generar el aula segura incluye un alto porcentaje de responsabilidad de los padres para que los chicos vayan más abrigados. No será el mismo tránsito escolar que el 2019. Pero aún con la necesidad de ventilar, las cosas se pueden hacer. Es un esfuerzo mayor para docentes, las familias y los chicos, pero la necesidad es tan grande que cualquier medio justifica el fin”, remarcó.

Al ser consultado sobre los problemas vinculados al aislamiento que más se observan en niños y niñas, Tabbaco respondió: “Trastornos emocionales. Mucha angustia, ansiedad, temores, depresión en los adolescentes. Esto a veces se expresa como problemas concretos de conducta y otras veces impacta en el cuerpo con trastornos como dolor torácico, cefaleas, dolor abdominal y colon irritable”.

Pero el titular de la Sociedad Argentina de Pediatría reveló que a esos cuadros también hay que sumar los desórdenes nutricionales. “Aumentó notablemente la tasa de sobre peso y obesidad, y en el otro extremo de estos problemas en adolescentes subió en forma muy preocupante la bulimia y anorexia, que son trastornos alimentarios como consecuencia de problemas emocionales. Es sorprendente, porque este año comenzaron a abrirse las escuelas, pero no sirvió. Y vimos que volver a cerrarlas fue como un desencanto muy importante y algunos problemas emocionales se han profundizado”.

“Cada día cuenta en educación y en la salud de los chicos. Si antes de las vacaciones se pueden abrir las escuelas, lógicamente hay que hacerlo”, añadió.