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16:31:14 21/06/2021

Científicos rosarinos piden no apurar cambios "para no tener que cerrar de nuevo"

Por cómo está avanzando la vacunación habría que tener un poco de paciencia y no abrir y cerrar actividades, sino sostener un tiempo más para luego extender en el tiempo las aperturas”. Con estas precisiones, Ernesto Kofman, integrante de Ciencia Rosarina contra el Coronavirus, fundamentó una proyección matemática en la que se aprecia que los nuevos contagios siguen en una alta meseta a la par de un elevado porcentaje de camas críticas de internación.

En su informe elaborado el viernes pasado, este colectivo interdisciplinario de investigadoras, investigadores y docentes del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) hacen un análisis de las medidas adoptadas por el gobierno provincial con aperturas y cierres y su impacto en la curva de casos.

“Hasta hace una semana en Rosario se observaba el efecto de las medidas restrictivas implementadas por 9 días (desde el 22 de mayo al 31 de ese mes), con un descenso marcado de la curva de casos. Luego, la apertura a partir de allí parece haber llevado la situación a una meseta en torno a 600 casos diarios”, consideran los científicos en su escrito para estimar: “Las proyecciones realizadas con modelos matemáticos muestran que si la apertura del 31 de mayo no se hubiera llevado adelante, la curva de casos seguiría en descenso pronunciado”, para luego considerar que las actuales medidas produjeron un aumento del contacto social en el orden del 15 por ciento, “por lo que agregar más aperturas entendemos que implicaría volver a una situación de crecimiento del número de casos diarios”.

En esta línea, Ciencia Rosarina consideró que este crecimiento de casos “implicaría un aumento de internaciones”, para hacer referencia al índice de ocupación de camas críticas superior al 90 por ciento entre generales y críticas.

“Por otro lado, la campaña de vacunación se encuentra en una fase de aceleración y descentralización esperanzadora, pero se requiere tiempo para ampliar la población vacunada y que ésta desarrolle inmunidad. Ante este escenario, sostener medidas de restricción de contacto social (considerando intervenciones planificadas e intermitentes) evitando aperturas apresuradas aparece como la opción más razonable para llegar lo antes posible a un nivel de contagios suficientemente bajo que nos permita retomar actividades de manera segura y sostenida en el tiempo”, concluyen los investigadores.

Kofman indicó que “si las aperturas no hubiesen tenido un efecto negativo el descenso habría sido más rápido, pero hoy se sigue en torno a los 600 casos diarios”.

El viernes a la noche, trascendió la circular firmada por la ministra de Educación santafesina, Adriana Cantero, en la que establece que la vuelta a la presencialidad en Rosario a partir de este martes será exclusivamente para el nivel inicial y plantea una gradualidad para el resto, en función de los datos epidemiológicos.

“En el caso de la presencialidad, es una de las cosas que impactaron en el descenso cuando no existió. Volver a la presencialidad, implica un aumento. Está claro que cuando se cortó cambió abruptamente la tendencia”, consideró Kofman.

Los científicos consideran que en este momento muy crítico de ocupación de camas primero hay que continuar con la baja de casos y después abrir con menos contagios y mayor impacto de la vacunación. “Tememos que haya un apresuramiento, y provoque otro cierre. Es lo que pasó con la presencialidad escolar en mayo. Cuando se apuran las cosas termina siendo peor, hay que cerrar por más tiempo. La idea no es abrir y cerrar sino tener paciencia y sostener la presencialidad con la seguridad que se la puede sostener”, resumió Kofman.

Para el colectivo Ciencia Rosarina contra el Coronavirus, integrado por un grupo de científicos del Conicet local y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) los datos sobre vacunación se perciben alentadores. Y si bien hoy habrá resultados más concretos al respecto, el nivel de cobertura en la población más joven daría resultados que producirían mucha expectativa.

El desafío en torno a estos elementos es instar a que la población continúe con los cuidados que impone la pandemia. Más población tendrá menor probabilidad de complicaciones pero el virus estará todavía en circulación.

 

Fuente: La Capital