El sector gastronómico vuelve a ser uno de los más afectados por las medidas que dictó el gobierno provincial. Desde este jueves, bares y restaurantes deberán cerrar al público a las 19 y a partir de esa hora sólo podrán trabajar con servicio de cadetería o con retiro de comidas por mostrador.

“Vivimos en una incertidumbre casi enfermiza porque nos levantamos todas las mañanas y no sabemos con qué novedad nos vamos a encontrar. El viernes teníamos un horario con el que medianamente se podía trabajar y hoy estamos otra vez restringidos. Estamos en una fase uno edulcorada”,afirmó Carlos Meliano, titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar).

El empresario sostuvo que “el universo gastronómico es complejo. Los negocios del centro estarán más complicados de lo que estaban. Al no haber circulación la situación se hará más difícil. Si había poca demanda ahora será inexistente. Los bares de la costa también tendrán muchos problemas, ni siquiera llegan los colectivos, los clientes sólo pueden llegar en taxi. Muchos vamos a estar abiertos simbólicamente y veremos qué demanda podemos llegar a tener”.

“Estamos en un momento donde tendremos que recibir ayuda del Estado. Le hemos presentado un esquema de reclamos al gobierno y estamos esperando respuesta de los funcionarios. Lo único que nos queda es que nos ayuden. Esta es una temporada muy dura. Aumentaron los casos de coronavirus, las bajas temperaturas de la época nos complican porque baja la demanda y ahora se suman las restricciones. Se hace muy difícil. Aprendimos que en la pandemia la palabra restricciones nos acompaña desde el 19 de marzo del año pasado”, agregó.

“No sabemos que va a pasar a partir del 31 de mayo. Ojalá mejore la situación sanitaria. Todos tuvimos alguna complicación por esta enfermedad. Apostamos a que los gobiernos nacional, provincial y municipal aumenten la vacunación. Pero vamos hacia un panorama de quebranto. La provincia tiene que darnos una mano con créditos o algún período de gracia para el pasivo que arrastramos. Tenemos gastos impresionantes y el horizonte no es tan fácil. La foto del momento es gravísima y el final de la película no lo conocemos”, añadió Meliano.