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17:42:14 11/05/2021

Seis de cada diez rosarinos no están satisfechos con las frecuencias de los colectivos

El Observatorio Social del Transporte realizó una encuesta para evaluar qué impacto tuvieron en los usuarios las modificaciones que implementó el municipio en enero pasado sobre el sistema de colectivos para tratar de contrarrestar los efectos negativos de la pandemia. El resultado del trabajo de campo reveló que las malas o deficientes frecuencias de los ómnibus siguen al tope de las quejas a pesar de los cambios: el 63,1 por ciento de los encuestados manifestó que las frecuencias empeoraron a partir de la readecuación del sistema.

El informe fue realizado por la consultora “Inmediata” a pedido del Observatorio Social del Transporte entre el 5 y el 12 de abril pasado. Durante esos días fueron encuestadas 399 personas mayores de 18 años con la intención de medir la evolución de la utilización del servicio en los últimos meses, en medio de la pandemia, la valoración que hicieron los usuarios y el impacto de los cambios que promovió la Municipalidad para contrarrestar los efectos de la pandemia.

El concejal justicialista Eduardo Toniolli, quien integra el Observatorio, indicó que la encuesta exhibió datos positivos en cuanto a la recuperación en el número de usuarios a partir de noviembre del año pasado, pero aclaró que aún falta recuperar muchos pasajeros para que los números puedan volver a tener un equilibrio antes de la llegada de la pandemia.

“El 41,6 por ciento de los encuestados declaró haber viajado una vez en colectivo el mes pasado. Eso representa 25 por ciento más de lo que habíamos encuestado en octubre y noviembre del año pasado. Sin embargo está lejos del 55 por ciento que declaraba ser usuario del servicio en febrero de 2019 y mucho más lejos del 65 por ciento que declaraba en marzo de 2017”, consignó Toniolli.

El edil reconoció que el sistema de colectivos “recuperó usuarios con relación a octubre del año pasado, pero se está lejos del uso habitual en los años previos a la pandemia. Ahora se reproduce la lógica de la prepandemia pero con mayor número de reclamos. El más importante es por las malas frecuencias”.

A quienes usaron el servicio de colectivos, los consultaron sobre el nivel de satisfacción en distintos aspectos. En este punto, el 63,1 por ciento respondió que estaba “poco” y “nada satisfecho“ con los tiempos de espera en las paradas. Sólo el 39,6 por ciento respondió que “estaba muy satisfecho”. En contraposición a este punto el 64,1 de los usuarios consideró como muy positivo el trato de los choferes.

Otro punto flojo del servicio detectado por la encuesta fue la limpieza y desinfección de las unidades. Casi el 60 por ciento de los encuestados respondió que estaba “poco” o “nada satisfecho” en esa cuestión.

En cuanto a los cambios que se implementaron en el sistema desde enero y que incluyeron cambios de recorridos y fusiones de líneas, la encuesta reveló que la mayoría de los encuestados, el 56,8 por ciento, “no se vio afectado”, pero un alto número (el 39,6) respondió que “se vio perjudicado” por las transformaciones. Sólo el 3,6 por ciento respondió que “lo afectó positivamente”.

Toniolli aseguró que los cambios implementados en enero “sólo beneficiaron a las empresas y perjudicaron a los pasajeros. Estos índices, especialmente en el tema de las frecuencias, reproducen lo que pasaba antes de la pandemia. Ahora se agudizaron. Los números son más altos en las quejas. Las demoras de los colectivos siempre estuvieron al tome de los reclamos”.

“La principal oposición de nuestro bloque a esos cambios del transporte fueron porque estaban hechos con un criterio casi exclusivamente comercial. Hay un indicador que es el de pasajero transportado por kilómetro recorrido. Sólo se intentó mejorar ese guarismo en beneficio de las empresas prestatarias del servicio, especialmente a las privadas”, remarcó Toniolli.