Los expertos del comité que asesora a Omar Perotti pidieron controles más duros para las restricciones, luego de un fin de semana en el que se vieron postales de descontrol en algunos espacios públicos de la ciudad en los que la gente se aglomeró y se produjeron varias fiestas clandestinas. Fue este jueves en una reunión que encabezó la ministra de Salud, Sonia Martorano, en la que expusieron sus recomendaciones sobre las medidas a tomar para bajar la curva de casos y la ocupación de camas críticas, que tienen en jaque al sistema de salud santafesino.

El diagnóstico es que el sistema de salud está colapsado y la situación es crítica, con 16 de los 19 departamentos en rojo. El cupo de camas en algunos lugares ya está al 100 por ciento, en otros al 97, en Santa Fe al 93 y en Rosario entre el público y privado oscila entre el 97 y 98 por ciento. Más allá de que se están haciendo ampliaciones, las plazas se van ocupando inmediatamente, y el problema es el recurso humano, que está al límite y estresado. El promedio de edad en terapia bajó, y hay muchos pacientes jóvenes en UTI por otras patologías, accidentes, violencia y problemas cardíacos.

"Todos creen que hay que hacer restricciones, pero fundamentalmente hay que hacer que se cumplan con muchos controles. Se propusieron multas severas y sanciones", contó Miguel Cappiello, ex ministro de Salud y participante del encuentro virtual. "Todos los fines de semana hay reuniones clandestinas, y hasta hay funcionarios públicos, en los parques hacen picnic y están todos juntos. La gente tiene que entender", insistió el médico. En ese sentido, se barajan dos opciones: uso de los espacios libres solo para caminata, sin reuniones, y una eventual restricción más intensa en los fines de semana con mecanismos de control.

Además, Cappiello dijo que "se planteó mantener la escolaridad y suspender el clásico rosarino", a lo que se agrega el control de movimientos masivos, manifestaciones y piquetes, la suspensión de los cultos religiosos y la eventual restricción de actividades deportivas en espacios cerrados, como el fútbol 5.

En tanto, Gabriela Ensinck, jefa de Infectología del Hospital de Niños Victor J. Vilela, también se refirió a las fotos de aglomeraciones en espacios públicos del último fin de semana y subrayó que "hay que hacer cumplir las restricciones, porque no se han respetado". Habló en ese sentido de restringir la actividad social, y dijo que "el problema es que si no se pueden controlar las limitaciones que están, van a tener que endurecerse", porque les preocupa que el sistema está en su máxima capacidad, y "si sigue el aumento diario de casos, no va a dar abasto".

También pidieron preservar la actividad productiva y la escolaridad, pero en caso de que se tomara una medida restrictiva en cuanto a la educación, aportaron que es mejor que se regionalice y se evalúe por ciudad o región según los índices epidemiológicos de cada lugar, y a su vez por nivel, porque los adolescentes tienen mayor movilidad y contagian más que los niños de preescolar o primaria. "No queremos que se cierre la escuela del todo. Soy defensora de que estén abiertas, pero si tenés las camas ocupadas de terapia dentro de las restricciones va a terminar apareciendo la escuela", admitió la secretaria del comité de infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Por otra parte, se habló de los testeos, y de la necesidad de salir a buscar los infectados para evitar que contagien y lleguen con casos graves a los efectores, poder hacer la trazabilidad de contactos y aislados precozmente. "Aunque se ha vacunado bien en la provincia, tenemos problemas con la llegada de las dosis. Y está llegando gente joven con comorbilidades como obesidad y diabetes con cuadros graves a la internación. Hay que avanzar por ahí y priorizarlos", aportó Cappiello.

También se mencionó el problema de la elevación de uso de oxígeno y del aumento de los medicamentos sedantes que se usan para intubar, de la posibilidad de que haya tratamientos para dar respuesta a los pacientes en domicilio sin necesidad de internación, y de la necesidad de que se implementen ayudas gubernamentales y económicas en áreas donde las restricciones sean más intensas.