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19:13:19 28/04/2021

Un infectólogo rosarino advirtió que gran parte de la población utiliza mal el barbijo

“La mayoría de la gente se cuida y tiene miedo. Pero a veces no lo hace bien. Se ve un mal uso del barbijo. Es decir, el ciudadano tiene intención de cuidarse, pero tiene mala percepción de cómo se transmite el virus”, opinó el médico infectólogo Damián Águila, quien pertenece a la Secretaría de Salud de Rosario.

El profesional se refirió a la evolución de la pandemia de coronavirus en la ciudad, que tiene en jaque al sistema de salud por la falta de camas críticas, pero también al comportamiento social frente a las medidas de prevención y señaló: “Es indispensable profundizar las estrategias para evitar la transmisión del virus. El impacto de esas estrategias se verá a mediano plazo, no inmediatamente. Por eso cada uno debe hacer el mayor esfuerzo posible para evitar contagios, y eso se verá a mediano plazo”.

El funcionario del área de Salud de la Municipalidad de Rosario volvió a remarcar el correcto uso del barbijo. “El tapaboca se usa para filtrar el aire que uno exhala e inhala. Y mucha gente lo usa mal. Es engorroso usar el barbijo, pero tenerlo y usarlo indebidamente, sufre la incomodidad y pierde la capacidad de protección. El aire que uno inhala tiene que pasar por una tela y cuando exhala tiene que pasar lo mismo. Si se usa por debajo de la nariz no cumple la función”.

En cuanto al cuidado en los ambientes bajo techo, el médico infectólogo subrayó que "hay que ventilar en forma continua los espacios cerrados. No es necesario morirse de frío, sólo que haya aire que circule en forma permanente. Y en esos lugares además hay que evitar las aglomeraciones o las reuniones sociales".

"El uso del barbijo, evitar el amontonamiento de gente y mantener aireados los espacios ayudará mucho a que en un mediano plazo las camas comiencen a desocuparse”, agregó.

El especialista consideró que “hasta 50 o 60 personas se pueden contagiar en un lugar cerrado. Si las cosas se hacen bien probablemente esa persona no contagie a nadie. Hay que exigir en los bares que estén abiertas las ventanas más allá del frío. Si se cumplen las normas, el riesgo es mínimo“.

Águila consideró que la ciudad presenta “una meseta alta” de casos, pero advirtió: “Si todos los indicadores, como la alta ocupación de camas y la duplicación de contagios, se mantienen en el tiempo va a llegar un momento en que se llegará a una situación extremadamente difícil, porque los pacientes se acumulan”.

En cuanto a las clases presenciales, el infectólogo de la Secretaría de Salud local remarcó que las aulas “son ambientes controlados. Por eso hay que respetar los protocolos. Llegado el caso si hay que cortar las clases presenciales por la cantidad de contagios se cortará como pasó en todo el mundo”, concluyó Águila.