“Algunos sectores ya no tienen resto ni espalda para resistir más restricciones si no hay ayuda económica”, afirmó el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab. Dijo que la ayuda estatal con un bono para los trabajadores “no alcanza”, y por eso reclamó el regreso de los aportes para el trabajo y la producción (ATP) para pagar sueldos a los empleados.

Diab formuló estas declaraciones al analizar la situación de su sector, que incluye a dueños de bares y restaurantes, ante las nuevas medidas que dispondrá el gobierno provincial con el objetivo de frenar la segunda ola de coronavirus.

El gobernador Omar Perotti dispondrá la restricción de circulación de vehículos particulares a partir de las 20.30, medida que entraría en vigencia a las cero del viernes. El mismo decreto incluirá también la suspensión de los torneos deportivos durante los fines de semana y las actividades culturales y religiosas, al menos por 14 días.

Los bares y restaurantes, en tanto, continuarán con su habitual horario de cierre a las 23 y habrá una tolerancia hasta las 24 para que se retiren los comensales. En cuanto al comercio, el municipio intentará definir los horarios de apertura y cierres.

El representante de los pequeños y medianos comercios de Rosario consideró que las autoridades “ya saben los problemas que enfrentó el sector” durante el año pasado como consecuencia de la pandemia.

“No tenemos nada más que explicar en ese sentido, pero hay cuestiones sanitarias que van empujando. Y estas restricciones son el reflejo de lo que ocurre en otros lugares. Es lógico, pero esto sigue golpeando al sector gastronómico y a la actividad nocturna, y ni hablar de las áreas de eventos, que ni siquiera pudieron arrancar”, añadió.

Diab sostuvo que el sector al que representa “puede entender las necesidades para preservar la salud en esta segunda ola de coronavirus, con la aparición de nuevas cepas y la virulencia que tomó el virus, pero ya no había resto antes de esta nueva situación sanitaria”.

“El sector gastronómico ya estaba en inferioridad de condiciones con respecto a lo que facturaba antes de la pandemia, una época que no era buena, pero a la que ya estaban acostumbrados. A eso, se sumaron las deudas, ya sea impositivas, de alquiler, de servicios o con su personal. Es decir, venía tironeando. Toda nueva restricción complica aún más una situación que está lejos de solucionarse”.

“Si el estado no ayuda no se puede salir. Los gastronómicos pasaron a recibir en concepto de planes Repro de 18 al 20 por ciento, pero eso no alcanzaba. Lo ideal hubiera sido que los atp cubrieran todo el salario.