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19:23:30 07/04/2021

El avance de la segunda ola de coronavirus obliga a restringir las visitas en los geriátricos

Frente al aumento de los casos de Covid-19 registrados en la ciudad y como una forma de prevenir contagios, algunos geriátricos decidieron restringir las visitas de familiares y salidas de los residentes con fines de esparcimiento durante los próximos quince días. Si bien desde el Ministerio de Salud de la provincia no enviaron instrucciones en este sentido, desde la cámara que nuclea a estas residencias aseguran que "la mayoría" de las instituciones que representa decidió limitar las actividades de los internos.

"A los viejos los vuelven a la fase 1", se quejaba la única hija de una mujer que vive en un geriátrico del centro de la ciudad. La joven terminaba de recibir un mail informándole que "debido al aumento de casos en la ciudad de Rosario de Covid-19 y la circulación comunitaria de las nuevas cepas de coronavirus" se había decidido suspender las visitas por quince días y sólo se permitiría la salida de pacientes para realizar consultas médicas de urgencia o cumplir con tratamientos programados que no puedan ser suspendidos.

La residencia donde viven unas cuarenta personas no fue la única en Rosario que decidió limitar las actividades de las personas que alberga. Según explicó el presidente de la Asociación de Residencias Geriátricas, Luis López, "la mayoría" de las instituciones que pertenecen a la entidad "suspendieron las visitas, sólo algunas las siguen permitiendo a través de una mampara, pero debido a lo que se está viviendo volvimos todos a tomar los recaudos extremos que tuvimos al comienzo de la pandemia, al menos por un tiempo".

López aclaró que no existe ninguna comunicación oficial desde el Ministerio de Salud de la provincia sobre la necesidad de restringir visitas, no obstante las instituciones comenzaron a tomar sus recaudos frente al aumento de casos confirmados de Covid-19 y la inminencia de la llegada de un nuevo brote de la enfermedad. "Cada lugar ha tomado los recaudos tratando de cuidar la comunidad que tienen institucionalizada", apuntó.

La segunda ola de coronavirus encontrará a todos los residentes y los trabajadores de los geriátricos vacunados. Este hecho y la experiencia de haber atravesado los primeros picos de la epidemia, asegura López, pone a las residencias que alojan a unos 4 mil adultos mayores en alerta.

"Después de todo lo que pasamos durante la primera ola, ya sea en lo humano, lo social o lo económico, ahora entramos en la segunda ola y si bien la vacuna nos da otro horizonte, es difícil decir que estamos preparados para enfrentarla. La situación no deja de ser una preocupación muy grande y vamos haciendo camino al andar", señaló.

El Geriátrico Provincial de Rosario, de Ayolas al 100, fue el primero en suspender las visitas de familiares a los geriátricos el año pasado, cuando la curva de infecciones por coronavirus se disparó en la ciudad. "Fue una decisión que tuve que tomar a pocos días de haber asumido como director y resultó terrible: los residentes querían salir, los familiares querían entrar, al punto que tuvimos que requerir apoyo de personal de seguridad para no exponer al personal frente a estos episodios", recordó el director del establecimiento, Martín Almirón.

La institución fue también la primera en organizar un protocolo para que los residentes pudieran volver a encontrarse con sus afectos en noviembre pasado, cuando los casos confirmados de Covid-19 empezaron a ceder. "Es un protocolo muy cuidado y somos todos muy respetuosos de las medidas de prevención", contó el profesional y señaló que "semana a semana se evalúa" si continuarán las visitas.

"Ante la menor situación, vamos a volver a cerrar las puertas porque si bien ahora está todo más controlado, estamos vacunados y conocemos cómo actúa el virus, no podemos exponer a los residentes a que se enfermen", comentó y aclaró que "estamos preparados para que los abuelos reciban los cuidados que necesitan en nuestra institución".

El objetivo es que si se producen infecciones en residencias geriátricas, los adultos mayores puedan cumplir con el aislamiento en las residencias. "No podemos saturar las camas de otros hospitales por ser imprudentes o por no cuidarnos bien entre nosotros, porque el problema de esta ola no es la mortalidad del virus, sino la ocupación de camas críticas", consideró.