“Creemos que para que la vacunación sea efectiva es importante definir bien los criterios con los cuales se realizará. Por ejemplo, se están definiendo las poblaciones prioritarias en función de los riesgos, según la condición de salud, el grado de exposición que cada trabajo implica y la importancia del mismo en relación a la pandemia. En este marco, consideramos que también es importante establecer de antemano los criterios para la distribución de las dosis entre las provincias por un lado, y dentro de la provincia por otro”, señaló el diputado del Frente Renovador del PJ, Oscar “Cachi” Martínez, quien solicitó al Ejecutivo provincial que las dosis se distribuyan según la cantidad de contagios por jurisdicción.

El legislador también presentó otras alternativas como agregar a los grupos esenciales para la primera etapa de la vacunación, que en principio serían médicos, enfermeros, personal de salud, fuerzas de seguridad, a los choferes de transporte público y privado de pasajeros, incluyendo de corta, media y larga distancia, taxis y remises. Así también considera fundamental que se agregue a los docentes de todos los niveles del sistema educativo provincial en este grupo.

“La distribución debe hacerse de manera proporcional a la cantidad de casos registrados en cada jurisdicción, porque es el indicador que permite observar cuáles son los lugares donde la pandemia está golpeando más al momento de aplicar la vacuna. Además, porque a mayor cantidad de casos actuales hay más riesgos de contagio para la población sana. Entendemos también que de aplicarse este criterio, Santa Fe debería recibir un porcentaje importante de las vacunas que el Estado nacional adquiera por ser, en efecto, una de las jurisdicciones más afectadas por la pandemia”, agregó Martínez.

En relación a vacuna a las y los docentes, manifestó: “Si bien no estuvieron expuestos al contagio, existe un gran consenso en la sociedad y entre las autoridades acerca de la imperiosa necesidad de regresar a las clases presenciales en el ciclo lectivo 2021. En tal sentido, es fundamental garantizar la protección de la salud de las y los docentes. Si bien existen protocolos para el regreso seguro a las aulas, y de hecho nosotros presentamos un proyecto, sabemos que la aspiración es que la vacuna pueda ser la solución definitiva a este problema”.

“Por otro lado, garantizar la inmunidad de los docentes ayudaría a redefinir protocolos mas flexibles, menos costosos y sobre todo que permitan el ejercicio de la tarea con mayor comodidad. Sabemos que la carga viral de los adultos es superior a la de los menores. Por lo tanto, garantizar su salud es también una forma de proteger en un grado importante la salud de los alumnos y alumnas”.