La rosarina Nadia Podoroska es la tenista revelación del año elegida por la WTA, la entidad madre que rige al tenis femenino profesional. El 2020 en el que deslumbró al mundo de este deporte sigue generándole satisfacciones, ya por fuera de la cancha. La Rusa de 23 años, nacida en Fisherton, mostró su hambre y sus dotes en una temporada complicadísima por la pandemia por el Covid-19 y le sacó frutos. Ganó dos títulos a principios de año, pero sus semifinales en Roland Garrós, uno de los cuatro torneos más importantes del mundo, la posicionaron en un lugar de protagonismo que recién comienza. Y no sólo por eso es la revelación del año. Nadia terminó la temporada como 47 del mundo, pero lo inició como 255, lo que generó un ascenso veloz y deslumbrante, con momentos de tenis de muy elevado nivel.

Entre diciembre y enero, cuando nadie podía imaginar lo que tendría que atravesar el mundo por la pandemia, la rosarina tenía en foco cumplir con uno de los principales objetivos de la temporada, que era mantenerse (y preferentemente) entre las 300 del mundo para poder hacer uso de su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, que tendrían lugar en julio/agosto. De paso, en lo posible, empezar a hacer ruido en los certámenes más grandes de los que venía jugando. Para marzo, cuando llegó la cuarentena, ya tenía un par de títulos ganados y todos los indicios de que Tokio era un hecho. Hasta que Tokio se cayó (o se postergó un año) y ahí los objetivos cambiaron.

En la vuelta a la actividad del circuito profesional, a mediados de año, lejos de manifestar dificultades por el parate obligado, Nadia Podoroska aceleró su despegue, con buenas actuaciones en torneos grandes y de élite, jugando muchos partidos, a raíz de los resultados favorables: qualys y cuadros. No por nada fue la tenista argentina que más partidos disputó este año, aún más que Diego Schwartzman. El punto más alto de resultados, tenis y exposición llegó en Roland Garros, cuando alcanzó las semifinales siendo la primera mujer en la Era Abierta en hacerlo procedente de la clasificación. Puso de pie a su deporte en la rama femenina y cautivó a muchísimos fanáticos a partir de lo que hizo en cuartos de final, cuando sacó ni más ni menos que a la tercera preclasificada y N° 5 del mundo, la ucraniana Elina Svitolina. Se fue de París, a pura luz, justamente y cerró el año como 47 y jugando el WTA de Linz, ingresando directo por primera vez a este tipo certámenes.

Así que... De intentar ratificar o mejorar un ránking para Tokio, lo cual de por sí ya es histórico para una tenista argentina (la última olímpica fue Gisela Dulko) en 2008, Nadia pasó a ser una de las grandes tenistas del año. Este premio que le acaba de otorgar la WTA (ya la había nombrado jugadora "en ascenso", en octubre"), junto a los demás galardones que entregó en diferentes rubros, vuelve a ponerla en un lugar destacado que vuelve a hacer guiños en cuanto a aquello en lo que Nadia podría terminar de erigirse. ¿Por qué? Hasta ahora sólo habían obtenido este premio cuatro tenistas argentinas: Mercedes Paz, Gabriela Sabatini, Paola Suárez y Gisela Dulko.