El fiscal general Jorge Baclini reconoció que el fiscal Gustavo Ponce Asahad y su jefe, el fiscal Regional Patricio Serjal, ofrecían impunidad a una persona involucrada en la actividad del juego clandestino. Se trata de Leonardo Peiti, quien declaró como testigo y está acusado de integrar una asociación ilícita dedicada a extorsiones y regentear casinos clandestinos.

Baclini sostuvo que de acuerdo a los dichos de Peiti, éste estuvo con Ponce Asahad unas 30 veces y con Serjal dos. Que inicialmente pactaron el pago de una cifra cercana a los 4 o 5 mil dólares por mes para no ser investigados, pero que desde hace unos días el pedido de dinero por parte de los fiscales se duplicó y le solicitaron 10 mil dólares.

Más allá de la declaración de Leonardo Peiti, Baclini reconoció que sus dichos fueron corroborados por su abogado, que también prestó declaración. El letrado manifestó haberse reunido con el fiscal y un testigo que era quien acompañaba a Peiti en algunas de las entregas que se hacían.

El fiscal general admitió también que los investigadores tienen corroborado "por el chequeo de las cámaras al menos algunos encuentros". Y también uno de los últimos, el 9 de Julio pasado, cuando hicieron el rastreo del encuentro y donde Ponce Asahad le habría exigido 100 mil dólares por la protección.

"También hay mensajes de WhatsApp de un empleado de la Fiscalía que trabajaba con Ponce y cruce de llamadas que vinculan las conexiones y otras evidencias", aseguró el fiscal general.