Propietarios y docentes de jardines de infantes particulares realizaron una nueva protesta en la plaza San Martín en reclamo de la reapertura de sus locales o bien que el gobierno contemple la grave situación que atraviesa y les otorgue subsidios acordes a la situación que atraviesan por la pandemia de coronavirus.

Cumpliendo los protocolos de distanciamiento y de manera ordenada, las manifestantes se ordenaron frente a la sede local de Gobernación para plantear sus reclamos a viva voz.

Viviana, una de las voceras de la movida, se mostró esperanzada en que los jardines particulares no sean los últimos en volver a clases: "Por eso estamos acá, necesitamos que la provincia aclare cuál es nuestra situación. No queremos que nos pongan en el mismo espacio que las escuelas porque nosotros vivimos una realidad diferente. Estamos preparados para la reapertura, tenemos protocolos, tenemos espacios pequeños, tenemos una matrícula diferente a la de las escuelas. Estamos preparados para el retorno a clases".

La mujer se mostró partidaria de saber cuáles eran los criterios empleados por el gobierno nacional para que los jardines reabran sus puertas: "Necesitamos saber si vamos a abrir cuando el sistema educativo lo disponga o si va a contemplar nuestra situación en particular. Porque por un lado la ministra (de Educación, Adriana Cantero) dice que no pertenecemos al sistema educativo, pero por otro lado nos meten en la bolsa con ellos y allí nos vemos perjudicados. Hace cuatro meses que no trabajamos, hay 2.500 familias que están sin su fuente laboral y hay 20 mil niños fuera del sistema educativo de la primera infancia. Lo que necesitamos es claridad".

Acerca de la ayuda económica que habían recibido las instituciones explicó que "fue algo muy pequeño, de 10 mil a 50 mil pesos, pero hay una gran cantidad de jardines que aún no han recibido esa ayuda, que para nosotros es insuficiente. El gasto operativo promedio de un jardín en Rosario es de entre 300 y 400 mil pesos, saquen cuentas de las deudas que venimos acumulando. Entendemos la situación epidemiológica pero si no podemos abrir nuestras puertas, necesitamos un subsidio acorde a la situación".

Viviana comentó además que en estos momentos hay aproximadamente un 90 por ciento de morosidad en el pago de las cuotas y "sólo un 10 por ciento de las familias está pudiendo pagar lo que consideramos una cuota solidaria".